Tristeza en Barranquilla por muerte de joven por liposucción: hay muchas dudas

Mujer que murió por liposucción irregular en Barranquilla le habría pedido a compañera que la operara irregularmente sin aprobación de clínica

El fallecimiento de Carolina Isabel Marenco Lauren ha conmocionado a Barranquilla y ha puesto nuevamente en discusión los riesgos de los procedimientos estéticos clandestinos. La joven cosmetóloga de 28 años perdió la vida el jueves 24 de abril de 2025, mientras se sometía a una liposucción en un consultorio del barrio El Poblado, bajo condiciones irregulares.

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Según información obtenida por El Heraldo, el procedimiento tuvo lugar en un consultorio ubicado en la carrera 49C con calle 92, en la zona norte de la ciudad. Las primeras indagaciones señalan que la intervención fue realizada sin conocimiento de los administradores del centro médico, identificado como ‘Doctora Lily’.

Las autoridades han centrado su investigación en Johana Anaya Acosta, instrumentadora quirúrgica y compañera de trabajo de Marenco, quien habría practicado la cirugía sin autorización. Al parecer, ambas acordaron llevar a cabo la operación en secreto, aprovechando la ausencia de supervisión en el consultorio durante el horario de almuerzo.

El uso de lidocaína habría desencadenado una reacción adversa en el cuerpo de Carolina, causando complicaciones graves que llevaron a su fallecimiento. Según Zona Cero, su muerte ha causado gran impacto entre sus seres queridos, quienes la han despedido con mensajes emotivos en redes sociales.

¿Qué dijeron los familiares de la joven cosmetóloga fallecida?

“No te faltaba nada, mi amor, eras hermosa. Te voy a amar toda mi vida”, escribió su hermano Jorge Marenco en Facebook.

Su primo, Nick Marenco, también expresó su dolor con palabras conmovedoras: “Tengo los ojos inundados por tu ausencia. Tengo el alma rota y los recuerdos vivos. Siento el dolor de no verte más. La desilusión de no volver a reír contigo. El peso de no abrazarte en el próximo año nuevo, como siempre lo hacíamos”.

Además de los mensajes de sus familiares, la Institución Educativa Distrital María Auxiliadora, donde Carolina culminó sus estudios en 2015, publicó un mensaje de condolencias. “Dios reciba a Caro en su morada eterna. Elevamos una oración por su descanso eterno. Fortaleza y consuelo para sus seres queridos”, mencionaron en un comunicado citado por Zona Cero.

El cuerpo de Carolina fue trasladado al Instituto de Medicina Legal, donde se realizan los estudios forenses para determinar con precisión la causa de su fallecimiento. La Policía Metropolitana de Barranquilla y la Fiscalía General de la Nación avanzan en la investigación con el fin de esclarecer las responsabilidades penales y disciplinarias de quienes participaron en el procedimiento.

Este caso ha puesto nuevamente en evidencia los riesgos de someterse a intervenciones quirúrgicas en lugares no autorizados. En Colombia, la regulación exige que estos procedimientos sean practicados por médicos certificados en centros adecuados. Sin embargo, situaciones como la de Carolina muestran la necesidad de fortalecer la vigilancia en este sector y alertar a la población sobre los peligros de estas prácticas irregulares.

El impacto de su muerte ha sido profundo en su círculo cercano, y el dolor expresado por sus familiares ha reflejado la tragedia que ha significado su partida. Sus allegados han mencionado el vacío que deja y han destacado su personalidad carismática, su dedicación y el amor por su familia.

Mientras la investigación sigue su curso, en Barranquilla se ha intensificado el debate sobre el control de los procedimientos estéticos no regulados. La falta de supervisión y las condiciones en que ocurren estas intervenciones han sido señaladas como factores que deben ser abordados para evitar tragedias similares en el futuro.

Las autoridades han reiterado la importancia de acudir a profesionales certificados y evitar prácticas clandestinas que, como en el caso de Carolina, pueden terminar en desenlaces fatales. La exigencia de mayor control y sanciones para quienes ofrecen estos procedimientos al margen de la ley se ha convertido en una preocupación recurrente dentro de la comunidad médica y jurídica.

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