Un doloroso suceso enluta a Barranquilla en medio de la conmemoración del Día del Niño. Una tragedia que ha conmocionado a toda la comunidad se registró en el sur de la ciudad, donde una menor de apenas un año y nueve meses perdió la vida en circunstancias que apuntan a un presunto caso de violencia sexual. Según las primeras versiones, el principal sospechoso sería un integrante cercano del núcleo familiar de la bebé.
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Las autoridades confirmaron este viernes el fallecimiento de la pequeña al interior de una vivienda. De acuerdo con los informes preliminares, la menor fue trasladada por sus familiares a un hospital cercano, donde los médicos constataron que ya no presentaba signos vitales.
Los exámenes iniciales revelaron signos de posible abuso sexual, lo que encendió las alarmas de las autoridades judiciales y de protección infantil.
Según la información recopilada, la niña dormía en la misma cama junto a su madre, su abuela y su abuelastro. Fue precisamente este último quien se convirtió en el principal sospechoso del crimen, ya que, mientras las mujeres intentaban auxiliar a la bebé, el hombre habría huido del lugar.
Su paradero hasta el momento es desconocido, aunque las autoridades han desplegado un operativo especial para dar con su captura y esclarecer los hechos.
La gravedad del caso ha movilizado a organizaciones sociales y líderes de derechos humanos. Ruth Pareja, psicóloga y coordinadora de la Red de Mujeres del Atlántico, expresó su profunda preocupación y reiteró que este tipo de hechos deben tratarse como una cuestión de salud pública.
“Los abusadores suelen estar dentro del mismo entorno familiar. Es fundamental seguir trabajando en pedagogía para prevenir estos horrores”, señaló. Pareja hizo un llamado a reforzar la corresponsabilidad de los adultos en la protección de los menores, destacando la importancia de educar tanto a los niños como a sus cuidadores sobre los riesgos y señales de abuso.
Por su parte, la ministra de Justicia, Ángela María Buitrago, en diálogo con ‘El Heraldo’, lamentó profundamente el crimen y señaló que este tipo de actos reflejan una preocupante degradación social.
“Este tipo de tragedias deben alertarnos sobre la necesidad de fortalecer los mecanismos de prevención y protección, especialmente dentro de los hogares, donde lamentablemente se gestan muchos de estos abusos”, manifestó la funcionaria. Además, hizo un llamado a las autoridades a mantener activa la vigilancia y anticiparse a los signos de vulnerabilidad que puedan derivar en hechos tan lamentables como el ocurrido.
Mientras avanza la investigación, se espera que las autoridades refuercen las estrategias de sensibilización y prevención, enfocadas especialmente en la protección de los menores de edad en todos los espacios, pero sobre todo en aquellos donde deberían sentirse más seguros: sus propios hogares.
La conmoción por la muerte de esta bebé resalta, una vez más, la urgente necesidad de implementar políticas públicas efectivas y permanentes que protejan los derechos de los niños y niñas en Colombia, así como de garantizar que los responsables de estos crímenes atroces enfrenten todo el peso de la ley.