El papa Francisco nunca visitó Venezuela durante su pontificado, aunque intentó mediar en la crisis política y social del país. Según el diario Clarín, consideró que las condiciones económicas y políticas no eran apropiadas para una visita, descartando cualquier posibilidad de viajar. A pesar de haber recibido a Nicolás Maduro en el Vaticano, terminó por calificar su gobierno como una “dictadura”, estableciendo una postura clara frente al régimen.
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Durante su papado, recorrió varios países de América Latina, como Brasil, México, Chile y Ecuador, pero Venezuela y Argentina, su país natal, quedaron fuera de sus destinos.
En el caso de Argentina, evitó participar en la política interna, buscando que su presencia no fuera utilizada con fines partidistas. Esta misma lógica pudo influir en su decisión de no visitar Venezuela, donde los conflictos han obstaculizado cualquier intento de mediación efectiva.
¿Qué dijo Maduro sobre la muerte del papa Francisco?
Por otra parte, de acuerdo con información de Revista Semana, el chavismo expresó su pesar por el fallecimiento del papa Francisco.
Nicolás Maduro elogió su postura crítica frente a las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos, resaltando que defendió al pueblo venezolano ante lo que considera un “bloqueo” internacional. En una alocución transmitida por Venezolana de Televisión (VTV), destacó que Francisco fue “uno de los primeros líderes del mundo que cuestionó el castigo económico contra Venezuela” y pidió el levantamiento de sanciones en varias ocasiones.
El mandatario venezolano también subrayó la postura del papa contra la guerra y su solidaridad con los pueblos afectados por conflictos, mencionando su apoyo a Palestina. Además, señaló que el futuro del Vaticano dependerá de la decisión del Colegio Cardenalicio, expresando su deseo de que se mantenga el legado del pontífice en temas de justicia social y derechos humanos.
El gobierno venezolano declaró tres días de duelo nacional por la muerte del papa, los cuales concluyeron el jueves 24 de abril. Maduro resaltó la multitud de fieles que acudieron a la capilla ardiente en la Basílica de San Pedro, considerándolo una muestra del respeto global hacia su figura. Para el funeral, programado el sábado 26 de abril, el gobierno enviará una delegación encabezada por el canciller Yván Gil y la alcaldesa de Caracas, Carmen Meléndez.
Maduro también recordó su encuentro con Francisco en 2016, cuando el papa lo instó a impulsar el diálogo para aliviar la crisis humanitaria en Venezuela. Durante años, el Vaticano promovió conversaciones entre el chavismo y la oposición, aunque sin mayores avances. A pesar de las diferencias con el gobierno venezolano, Francisco fue visto por sectores oficialistas como una figura que coincidía con su discurso antiimperialista, mientras que otros lo consideran un líder religioso que evitó enfrentamientos directos con el régimen.
Según el diario ABC de España, la relación del papa Francisco con la oposición venezolana fue compleja. Aunque algunos líderes opositores, como Henrique Capriles Radonski, buscaron en él un interlocutor para abordar la crisis política y la violación de derechos humanos, sus pronunciamientos fueron considerados insuficientes por sectores críticos. Capriles, quien se reunió con Francisco en 2013, valoró su papel como mediador, pero señaló que el Vaticano no fue lo suficientemente enérgico en sus declaraciones. Por su parte, María Corina Machado solicitó al Vaticano una postura más firme en defensa de los derechos humanos, aunque no tuvo un encuentro personal con el pontífice.
El papa también envió una carta a Nicolás Maduro en 2019, reprochándole la falta de acciones concretas para resolver la crisis venezolana. Sin embargo, el tono de la misiva, en la que se dirigió a Maduro como “Excelentísimo señor”, produjo críticas por no ser lo suficientemente contundente. A pesar de estos esfuerzos, la neutralidad del Vaticano fue vista por algunos como una oportunidad perdida para ejercer mayor presión sobre el régimen chavista.
En sus últimos años, Francisco continuó mostrando interés en Venezuela, canonizando a figuras como José Gregorio Hernández y aprobando el proceso para la madre Carmen Rendiles, lo que causó celebración entre los católicos venezolanos. Sin embargo, su postura política dejó opiniones divididas, siendo recordado tanto por sus llamados a la paz como por la percepción de falta de firmeza frente a la crisis del país.