La inseguridad en Bogotá parece que no se acaba: un nuevo caso de robo y violencia se presentó en los últimos días. La víctima fue un hombre que iba en su vehículo, quien fue torturado, golpeado y robado por los delincuentes.En total fueron cuatro las personas, tres hombres y una mujer, las que cometieron el hurto. Según relató la víctima en diálogo con Noticias Caracol, el modus operandi fue simple: pidieron un servicio de transporte, se subieron al vehículo e inició la pesadilla.“Se me abalanzaron todos. El que iba adelante mío al lado de copiloto me pegó un cachazo y los que iban atrás, dos hombres y una mujer, quien fue la que pidió el servicio, me pegaron”, contó.Los delincuentes lo golpearon en repetidas oportunidades, lo que lo dejó con problemas en uno de sus ojos y con el maxilar roto. Fueron por lo menos dos horas en las que recibió todo tipo de maltratos. “Me volvieron una nada”, manifestó.Después de esto, le robaron su vehículo, dinero y las pertenencias personales que llevaba. “Me propiciaron casi 20 heridas en la cabeza, fuera de los otros golpes que me dieron”, explicó.Además, en un momento intentaron accionarle el arma que llevaban, pero afortunadamente el disparo no salió. “Me sacaban las balas y me las ponían en la cabeza diciéndome: ‘Mire que esto es de verdad. Si no me funciona acá, yo le hago llegar al Tren de Aragua y que le boten una granada a su casa’”, de esta forma lo amenazaron para que no denunciara.#Bogotá | Víctima de hurto relató cómo fue torturado y golpeado por los criminales que se llevaron su vehículo. Dos de los involucrados recibieron casa por cárcel.Siga la señal de Noticias Caracol En Vivo en https://t.co/yqNEZK7rZ3 pic.twitter.com/y9hIqKhJai— Noticias Caracol (@NoticiasCaracol) October 27, 2025El mismo día en el que ocurrió todo y tras darle un rápido aviso a las autoridades, lograron recuperar el vehículo y capturar a dos de los delincuentes. Sin embargo, pese a las pruebas y el accionar violento, un juez los envió a casa por cárcel.Por eso, ahora la batalla de la víctima es lograr que estas personas respondan ante la justicia, por lo que no puede creer la medida que impuso el juez.“Cómo es que teniendo estas pruebas ponen en peligro a la sociedad. Ya lo que me hicieron a mí, ya el daño está hecho”, expresó.Al tiempo que lleva la batalla judicial, el hombre teme por su vida debido a que todavía no se ha dado con el paradero de los otros involucrados, por lo que teme que le puedan hacer algo tras poner el denuncio ante las autoridades.
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