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Cinco vidas apagadas en un fin de semana trágico en la vía Ciénaga–Barranquilla; una de las víctimas acababa de celebrar su quinceañero
Roger Urieles
15 de septiembre 2025 , 05:17 p. m.
15 de septiembre 2025 , 05:17 p. m.
Cinco vidas apagadas en un fin de semana trágico en la vía Ciénaga–Barranquilla; una de las víctimas acababa de celebrar su quinceañero
Nuevamente la imprudencia vial en Santa Marta es causante de siniestros con saldos fatales que llenan de dolor.
Roger Urieles
Hace apenas ocho días, la casa de la familia de Isabella Sofía Castro Meléndez estaba llena de música, globos y sonrisas. La adolescente de 15 años celebraba junto a sus padres, familiares y amigos su fiesta de quinceañero, ese rito social que en muchas familias marca el paso de la niñez a la juventud. Sus padres la vieron bailar, reír y soñar con el futuro.
Hoy, esas mismas paredes guardan silencio y quienes la habitan tristeza. En lugar de fiesta, la familia prepara flores y vestimenta negra para darle el último adiós. “No puedo creer que hace nada la tenía en mis brazos mientras apagaba las velas. Ahora tengo que despedirla para siempre”, dice con voz quebrada su madre, rodeada de vecinos que intentan consolarla.
El choque en Tasajera
La tragedia ocurrió la noche del domingo en el barrio Adonai de Tasajera, en la Troncal del Caribe. Isabella había salido con Rafael Santiago López Arrieta, un amigo de su misma edad.
Según contaron familiares, le dijo a su madre que iba a “comer un helado”. Pero tomaron la Troncal del Caribe, una vía nacional peligrosa, de noche y sin cascos.
Dos amigos de 15 años  perdieron la vida en el choque.
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En circunstancias que aún son investigadas, la moto en la que viajaban chocó de frente contra otro vehículo similar. El impacto fue tan violento que los adolescentes salieron despedidos varios metros. Vecinos escucharon el estruendo y salieron a socorrerlos, pero las heridas eran irreversibles.
En el otro vehículo iba Wualdir Rodríguez Manjarrés, un adulto que también perdió la vida en el siniestro. Tres familias quedaron marcadas por el mismo dolor en una sola noche.
El dolor de dos madres
El caso de Rafael Santiago agrava la tragedia. Era hijo único y su madre había entregado toda su vida a criarlo. Hoy no encuentra palabras para describir lo que siente.
“Se me fue lo único que tenía, mi razón de vivir”, repetía entre lágrimas, sostenida por vecinos y amigos que tampoco lograban asimilar la noticia.
La madre de Isabella, por su parte, apenas puede pronunciar frases entrecortadas. Aún guarda en su celular las fotos y videos de la fiesta de 15 años, imágenes que ahora se convirtieron en el último recuerdo de su hija con vida.
“Hace 15 días estaba vestida de princesa, ahora me toca verla en un ataúd”, dice con un hilo de voz.
Otra tragedia más
Pero la tragedia de Tasajera no fue la única que estremeció a la región. Horas antes, en la misma Troncal del Caribe, a la altura de Casa Loma, cerca a Ciénaga, otro accidente dejó dos jóvenes muertos y uno herido.
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Las víctimas fueron identificadas como Tomás Zúñiga Jiménez y otro menor conocido como “Culebrita”, ambos oriundos de Orihueca.
Viajaban en una moto que chocó contra un tractocamión cargado de cilindros de gas. En el mismo siniestro resultó herido Jarrinson Carbono Fontalvo, quien permanece bajo atención médica.
En total, cinco personas fallecieron y un joven resultó herido en apenas dos días, lo que ha desatado una ola de dolor en Ciénaga, Tasajera y Orihueca.
Una carretera marcada por la imprudencia
La Troncal del Caribe, que conecta a la Costa con el interior del país, es escenario frecuente de tragedias viales. Autoridades locales señalan que la mayoría de siniestros están relacionados con imprudencias: exceso de velocidad, conducción sin casco o sin respetar las señales.
“Lamentablemente muchos jóvenes ven la moto como diversión y no como un vehículo de alto riesgo. Esta vía es nacional, con tráfico pesado de camiones, y no se puede transitar sin protección ni precaución”, explicó un agente de tránsito que atendió las emergencias del fin de semana.
Las cifras de la Agencia Nacional de Seguridad Vial muestran que el Magdalena es uno de los departamentos con mayor índice de muertes en motociclistas. Solo en 2024, más del 60 % de las víctimas fatales en accidentes de tránsito en la región eran conductores o parrilleros de moto.
Comunidades sumidas en el duelo
En Ciénaga, Tasajera y Orihueca, las escenas son similares: velas encendidas, rezos colectivos y lágrimas incontenibles. En cada barrio se siente el vacío que dejan estas vidas segadas.
“Eran muchachos llenos de sueños, de ilusiones. Hoy las familias están destrozadas”, dice Carmen Pérez, líder comunitaria de Ciénaga.
“Necesitamos más campañas de prevención, pero también más conciencia de los padres y los mismos jóvenes. No podemos seguir perdiendo a nuestros hijos en la carretera”.
El dolor por la muerte de Isabella, Rafael, Wualdir, Tomás y “Culebrita” quedará en la memoria de sus comunidades. Cuatro de ellos eran adolescentes que apenas comenzaban a vivir, y un adulto que veía en la moto su medio de transporte cotidiano.
Cinco nombres que se suman a las estadísticas, pero que detrás dejan familias rotas, sueños truncados y una advertencia dolorosa: la vida en la vía es frágil, y la imprudencia puede costar demasiado caro.
Por Roger Urieles, para EL TIEMPO Santa Marta. En X @rogeruv