¿Habrá paso por la vía al Llano? Así funcionará la carretera desde el lunes 15 de septiembre

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Tras cumplirse una semana del último cierre en la carretera Bogotá–Villavicencio, ocasionado por un deslizamiento de tierra en el municipio de Chipaque, el Ministerio de Transporte, junto con la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) confirmó que desde el lunes 15 de septiembre entrará en marcha el Plan de Contingencia Operativa.Este plan permitirá habilitar la movilidad por la variante de la vía antigua, entre el K18+340 y el K18+980, bajo un esquema de pasos alternados durante las 24 horas del día, siempre que las condiciones del clima lo hagan posible. La decisión busca mitigar los efectos negativos que ha dejado el cierre, el cual no solo afectó a cientos de viajeros, sino que también generó pérdidas económicas diarias que se calculan en cerca de 2.900 millones de pesos para los sectores de carga y transporte de pasajeros.De acuerdo con las autoridades competentes, esta alternativa se mantendrá activa hasta que se logre reabrir completamente el tramo de la vía impactado por el derrumbe en Chipaque. Mientras avanzan las labores de estabilización y mejoramiento de la variante, el tránsito por la zona afectada seguirá restringido, ya que las obras se adelantarán de manera continua tanto en el día como en la noche, lo que impide habilitar de forma simultánea el paso de vehículos.¿Cómo funcionarán las tres fases?De acuerdo con lo informado por el Ministerio de Transporte y la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), la reapertura del tráfico en el corredor vial se realizará de manera gradual, en cumplimiento del Plan de Contingencia Operativa, que contempla tres etapas. La aplicación de estas fases dependerá de la evolución de las condiciones en la zona, pues el objetivo principal es garantizar una movilidad ordenada y segura mientras se avanza en la recuperación de la vía.La primera de ellas, denominada fase 0, se centrará en descongestionar los sectores de Abasticos, El Uval y el Anillo Vial de Villavicencio. Allí se dará prioridad a los automotores que permanecen represados, permitiendo su salida por turnos.Solo podrán transitar, además, los vehículos de la región incluidos en los listados suministrados por las alcaldías locales, lo que corresponde a un esquema de movilidad interna. Según el cronograma, este proceso comenzaría el lunes 15 de septiembre, siempre que las condiciones climáticas sean favorables.Superada esta etapa, se dará paso a la fase 1, prevista para entrar en vigor tras uno o dos días, dependiendo del avance en la fase inicial. En este momento se habilitará la circulación de transporte público de pasajeros y también se permitirá el tránsito de carga pesada proveniente tanto de Bogotá como de Villavicencio, lo que significará un alivio importante para transportadores y usuarios frecuentes de esta carretera.Posteriormente, se implementará la fase 2, en la que se abrirá la vía para la totalidad de los vehículos. Sin embargo, este paso dependerá de la organización de los tiempos de circulación en cada sentido, ajustados de acuerdo con los resultados obtenidos en los días previos. Según las autoridades, este periodo podría extenderse entre uno y dos días más, hasta garantizar que la movilidad pueda darse sin contratiempos mayores en la variante habilitada.Es importante resaltar que durante todo el proceso no se permitirá la circulación de automotores con sobrepeso, ya que estos podrían deteriorar de manera anticipada el pavimento de la carretera. Para asegurar el cumplimiento de esta restricción se realizarán controles permanentes, en especial cerca de la estación de pesaje de Alto de la Cruz y en los puntos aledaños. Asimismo, los vehículos de carga extradimensionada seguirán sujetos a las limitaciones que ya habían sido establecidas con anterioridad.

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