Disfrutar de una noche mágica, adornada por miles de estrellas en el cielo e increíbles paisajes, es el sueño de muchos viajeros amantes de la astronomía, que han encontrado en Colombia varios destinos de ensueño para hacer realidad esta fantasía en sitios que parecen de película.Uno de esos espacios está ubicado en una montaña de Antioquia, a solo 3 horas de Medellín, entre los municipios de Belmira y Sopetrán en el norte y occidente del departamento.Allí, en lo alto del cerro del Indio, se alza una monumental casa de piedra que promete convertirse en un nuevo destino de turismo astronómico en Colombia, señala el medio Teleantioquia.Se trata de un proyecto liderado por los hermanos Zapata Tobón que, además de rescatar técnicas de construcción milenarias, también ofrece un lugar privilegiado, donde se encuentran la cordillera Central y la cordillera Occidental, para la observación de fenómenos ópticos y celestes.En este punto de interés los visitantes tienen la oportunidad de apreciar un fenómeno astronómico poco común, conocido como el selenelion, un espectáculo en el que el Sol y la Luna se observan al mismo tiempo en el cielo, efecto posible gracias a la refracción de la atmósfera.Lo sorprendente es que, aunque este fenómeno suele darse durante eclipses lunares, desde el cerro del Indio puede contemplarse sin necesidad de que ocurra un eclipse, lo que lo convierte en un acontecimiento excepcional con gran atractivo tanto científico como turístico.Al conocer sus bondades como atractivo turístico, los hermanos Zapata Tobón decidieron comparar este terreno que, en su momento, solo tenía maleza y cavidades profundas producto de años de saqueos en búsqueda de enterramientos de oro.De esta montaña se llegaron a extraer miles de rocas de cuarzo lechoso, vasijas, y en éstas, huesos de indígenas hechos polvo y todo sigue ahí en el cerro, de acuerdo con El Colombiano.No obstante, más que un cementerio o un cerro para practicar actividades como senderismo, ahora en la casa que allí se construye con la técnica de la piedra seca - la misma que les sirvió a los incas para erigir Machu Picchu y que es reconocida por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad -, se espera ofrecer un espacio ideal para contemplar el firmamento sin prisa.Desde allí se puede observar una panorámica privilegiada del río Cauca y de las montañas del occidente antioqueño, donde se presentan hermosos atardeceres.El terreno está ubicado a más de 2.400 metros sobre el nivel del mar, en un bosque montano húmedo, lo que facilita la formación de niebla y condiciones únicas para la fotografía astronómica. Para visitarlo es importante tener en cuenta que se localiza exactamente en el corregimiento de Horizontes, a pocos kilómetros de la Ciudad de la Eterna Primavera.
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