El paraíso oculto en el corazón del Valle del Cauca donde el canto y la diversidad de aves enamoran a los viajeros

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En el departamento del Valle del Cauca hay un sinfín de sitios mágicos por conocer, entre ellos sus encantadores pueblos famosos por su rica historia y atractivos turísticos, así como por su gente amable y vibrante cultura.Sin embargo, más allá de estos destinos, esta región del país cuenta con uno de los mejores lugares para quienes disfrutan hacer avistamiento de aves: la Reserva Natural Laguna de Sonso.De acuerdo con el portal oficial de turismo Colombia Travel, este sitio se encuentra a diez kilómetros al noroccidente de Buga y es conocido porque tiene una torre de observación de 10 metros de altura. “Allí, aves residentes y migratorias, viajan en invierno desde el norte del continente, para encontrar su refugio en las más de 2.400 hectáreas de reservas de agua que hay en el área protegida”, destaca.Este atractivo turístico, como su nombre lo indica, alberga uno de los 2.000 humedales más importantes del mundo, según la Convención de Humedales, de la cual hacen parte más de 170 países.La Laguna de Sonso, también llamada del Chircal, es esa joya natural de gran importancia en el departamento, que se encuentra en todo el margen derecho del río Cauca, pasando por los municipios de Buga, Yotoco y Guacarí.Según datos del Sistema Departamental de Áreas Protegidas del Valle del Cauca (SIDAP), esta laguna cuenta con una extensión de 2.045 hectáreas, de las cuales el 36.4 % (745 has) corresponden a zona lagunar y un 63.5 % (1.300 has) a zona amortiguadora. Esto la convierte en un ecosistema único y de gran diversidad biológica.¿Qué hacer en la Laguna de Sonso?Además de hacer avistamiento de aves, este maravilloso rincón del Valle también ofrece la oportunidad de disfrutar de emocionantes caminatas por senderos ecológicos que permiten contemplar la vegetación nativa mientras se escuchan los cantos de las aves, señala la plataforma Visitvalle.travel.Para realizar esta actividad hay guías locales que enseñan a identificar cada ave que adorna su paisaje, conocer su comportamiento y su papel en el ecosistema.Adicionalmente, hay algunas rutas que incluyen paseos en lancha por los canales del humedal, donde pescadores locales aún practican la pesca artesanal.Otras actividades imperdibles durante la visita a este lugar en el Valle del Cauca, incluyen el privilegio de tomar las mejores fotografías de un entorno natural especial, donde el agua, la vegetación y la luz del amanecer o el atardecer lo convierten en un verdadero paraíso para quienes aman llevar su cámara a todas partes y registrar sus aventuras.Por último, vale la pena mencionar que en la reserva se practica el turismo comunitario y por eso cuenca con un centro de educación ambiental denominado Buitre de Ciénaga, un espacio para talleres, charlas y actividades diseñadas para grupos o familias interesadas en aprender sobre sostenibilidad y medioambiente.

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