Parece que fue hace poco cuando concluyó oficialmente el juicio contra Sean ‘Diddy’ Combs, pero ya ha pasado más de un mes desde el veredicto que lo absolvió de los cargos de extorsión y tráfico sexual. Sin embargo, fue declarado culpable de dos delitos menores relacionados con el transporte de exnovias para fines de prostitución.A pesar de las solicitudes de su equipo legal, se le ha negado de forma constante una liberación anticipada mientras se dicta su sentencia. Por lo tanto, el magnate musical continúa tras las rejas, a la espera de conocer su destino judicial definitivo.Diddy mantuvo una relación cercana con Donald Trump. El ahora presidente de los Estados Unidos ha descrito esa amistad como algo que se enfrió tras su entrada en la política.Cuando, hace unos meses, se le preguntó directamente si consideraría indultar a Combs, Trump respondió que analizaría los hechos, determinaría si hubo un trato injusto y si alguien salió lastimado. También aclaró que el hecho de haber tenido una amistad con el rapero no influiría en su decisión.Sin embargo, los rumores sobre un posible perdón presidencial para Diddy han ido tomando fuerza. Recientemente, una fuente cercana al equipo legal del artista confirmó a NBC News que ya se han iniciado conversaciones con el gobierno de Trump sobre un eventual indulto.Por el momento, no existe confirmación oficial sobre el inicio formal del proceso de clemencia. Aun así, el pasado viernes primero de agosto, durante una entrevista en Newsmax, el presidente Trump reconoció que “han hablado con él sobre Sean Diddy”, lo que dejó la puerta abierta a nuevas especulaciones.Por su parte, un funcionario de la Casa Blanca declaró que de momento el Gobierno no hará ningún comentario sobre la existencia o inexistencia de dicha solicitud.La sentencia final está programada para el próximo viernes 3 de octubre. El cantante podría enfrentar hasta 20 años de prisión. Si el castigo se impone en su totalidad, Diddy llegaría a cumplir al menos un año de condena efectiva, dado que ya ha estado privado de la libertad desde el año pasado.El hecho de que no haya sido declarado culpable de los cargos más graves ha generado un fuerte rechazo por parte de miembros del movimiento #MeToo, una campaña global que busca concienciar sobre el acoso y el abuso sexual, surgida tras las acusaciones contra el productor Harvey Weinstein en 2017. Para muchos activistas, el caso de Combs es un ejemplo más de cómo los poderosos logran evadir responsabilidades serias frente a la justicia.
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