Los efectos del caso Álvaro Uribe en la relación entre Colombia y Estados Unidos: ¿se avecina nueva turbulencia?

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Los efectos del caso Álvaro Uribe en la relación entre Colombia y Estados Unidos: ¿se avecina nueva turbulencia?

Juan Pablo Penagos Ramírez

29 de julio 2025 , 12:47 p. m.

29 de julio 2025 , 12:54 p. m.

Los efectos del caso Álvaro Uribe en la relación entre Colombia y Estados Unidos: ¿se avecina nueva turbulencia?

Gobierno colombiano asegura que declaraciones de Marco Rubio constituyen intromisión en asuntos internos.

Juan Pablo Penagos Ramírez

La condena contra el expresidente Álvaro Uribe Vélez, el político más influyente del siglo XXI en Colombia, ya trasciende el plano nacional y amenaza con convertirse en un nuevo foco de tensión entre los gobiernos de Gustavo Petro y Donald Trump.

Tanto el mandatario colombiano como su canciller (e) Rosa Villavicencio rechazaron las declaraciones del secretario de Estado, Marco Rubio, quien respaldó a Uribe calificando el juicio como una "instrumentalización del poder judicial colombiano”.

Marco Rubio desde El Vaticano un día antes de la entronización del nuevo papa.
AFP

“Cualquier mención en contrario de autoridades extranjeras no es sino un ultraje que no permitimos”, contestó Petro enseguida.

Más tarde fue la embajada de Colombia en Washington, liderada por Daniel García-Peña, la que reaccionó a través de un comunicado explicando que el fallo en el proceso judicial que involucra a Uribe Vélez se desarrolla bajo un proceso judicial independiente, con plena separación de poderes y todas las garantías de apelación.

Cualquier mención en contrario de autoridades extranjeras no es sino un ultraje que no permitimos

“El caso juzgado se origina en actuaciones iniciadas en 2012 ante la Corte Suprema de Justicia, el órgano constitucionalmente encargado de investigar a los funcionarios elegidos. En 2020, tras una orden de detención emitida por la Corte Suprema, el señor Uribe renunció al Senado, lo que llevó a que el caso pasara de la Corte Suprema al sistema ordinario de justicia. El señor Uribe fue formalmente acusado en 2023 y su juicio comenzó en febrero de 2024”, explicó la misión diplomática.

Daniel García Peña, embajador de Colombia en Estados Unidos.
Embajada de EE. UU. / EFE

Aunque falta una segunda instancia, que Estados Unidos no esté conforme con el juicio no es un hecho menor. Una postura similar fue el sustento de la Casa Blanca para anunciar acciones concretas de presión comercial contra Brasil por el proceso judicial contra Jair Bolsonaro, amenazando con imponer un arancel adicional del 50 por ciento sobre las importaciones de productos brasileños como represalia. Para Trump es una “cacería de brujas que debe terminar inmediatamente”, mientras el gigante suramericano considera que constituye una clara injerencia política en los asuntos internos de una democracia soberana.

Cuando Washington hizo este anuncio, algunos congresistas republicanos advirtieron a Bogotá: “Colombia debe dejar de usar su sistema judicial como arma contra el expresidente Álvaro Uribe. Es un camino muy peligroso para lo que debería ser uno de los principales aliados de Estados Unidos en América Latina”, dijo el senador Bernie Moreno, de origen colombiano.

A tres semanas del llamado recíproco a consultas de los representantes de ambos países por las declaraciones del presidente Petro sobre un supuesto involucramiento de Rubio en un plan para derrocarlo -afirmación que luego rectificó- la diplomacia colombiana se encuentra ante el desafío de defender la independencia judicial del país y, al mismo tiempo, contener un posible escalamiento de la tensión.

Gustavo Petro, presidente de Colombia.
Presidencia

“La relación bilateral es como un avión, y nos encontramos en un momento de turbulencia. Nuestros dos gobiernos, como copilotos, deben trabajar juntos para encontrar cielos despejados y condiciones más favorables para el beneficio de nuestras dos naciones”, manifestó el jefe de la misión de Estados Unidos en Bogotá, John McNamara.

Y es que, por primera vez en décadas, la relación binacional se encuentra en un momento crítico. Las diferencias han quedado expuestas en las posiciones sobre las políticas migratorias, el cambio climático y la situación en Gaza. Y un punto de inflexión puede darse por cuenta de la certificación o no en la lucha contra las drogas.

Además, el Comité de Apropiaciones de la Cámara de Representantes -controlado por el Partido Republicano- hizo un profundo recorte del 50 por ciento a los recursos previsto para el país para el año fiscal 2026, que inicia en octubre de este año.

John McNamara,  Encargado de Negocios de la Embajada de los Estados Unidos en Bogotá.
MAURICIO MORENO

Se espera que en las próximas semanas delegaciones de congresistas de Estados Unidos, tanto republicanos como demócratas, vengan a Colombia a dialogar con miembros del Gobierno y la oposición. “Esperamos que las delegaciones de congresistas norteamericanos que anuncian su presencia en Colombia, además de reunirse liderazgos del Centro Democrático, escuchen a las dirigencias políticas del Pacto Histórico. Corresponde en el marco del equilibrio democrático escuchar todas las voces”, apuntó la senadora María José Pizarro.

Para Manuel Camilo González, profesor del Departamento de Relaciones Internacionales de la Facultad de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Universidad Javeriana, la condena contra Álvaro Uribe y el recorte de la Cámara de Representantes estadounidense pueden converger y crear un escenario difícil para el Gobierno de Colombia. “Podemos salir castigados con la posible convergencia de ambos frentes”.

Gustavo Petro y Donald Trump
Archivo El Tiempo

Ahora bien, señala que los pronunciamientos de Rubio no han tenido una continuidad con Donald Trump. “Igual hay que esperar, sabemos que Trump es una persona impredecible y ciertamente en cualquier momento podría llegar este tipo de declaraciones”.

Por su parte, Paula Ruíz, docente e investigadora de la Facultad de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales de la Universidad Externado, considera que para que el juicio contra Uribe tenga implicaciones fuertes desde Estados Unidos debe darse un lobby que, a diferencia del caso de Jair Bolsonaro, no ha ocurrido hasta el momento.

“Eduardo Bolsonaro (diputado e hijo del expresidente) utilizando todos sus contactos ayudó a ejercer presión. En este caso es distinto porque no ha habido un lobby tan intenso por parte del partido del Centro Democrático”, sostiene.

La colectividad, sin embargo, reforzará baterías para defender a su máximo líder.

JUAN PABLO PENAGOS RAMÍREZ

Redacción Política

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