Gente
Anciano de 102 años que pesca, monta caballo y administra dos granjas entrega cinco pilares para la longevidad: ‘Todavía quiero quemar mucha leña’
Elim Johana Alonso Dorado/Noticias GDA
28 de julio 2025 , 01:02 p. m.
28 de julio 2025 , 01:04 p. m.
Anciano de 102 años que pesca, monta caballo y administra dos granjas entrega cinco pilares para la longevidad: ‘Todavía quiero quemar mucha leña’
Este agricultor centenario de origen brasileño combina trabajo, rutina y ocio como fórmula para una longevidad activa.
Elim Johana Alonso Dorado
Noticias GDA
Con 102 años recién cumplidos, Ranulfo Custódio Alves sigue desafiando los límites de la edad. Habitante del municipio de Camapuã, en el estado brasileño de Mato Grosso do Sul, mantiene una rutina que incluiría desafíos físicos incluso para personas mucho más jóvenes. No solo conduce, nada, pesca y monta a caballo, sino que además continúa siendo el único responsable de administrar sus dos propiedades rurales, supervisando empleados, gestionando finanzas y realizando tareas de mantenimiento.
Ante la pregunta sobre el secreto de su longevidad, Ranulfo responde sin dudar: cinco pilares fundamentales que, según él, han guiado su forma de vivir y conservar su energía a lo largo del tiempo. A continuación, los detalla uno por uno.
Sigue una alimentación equilibrada basada en productos naturales.
iStock
1. Alimentación equilibrada
Ranulfo señala la comida como el principal factor que ha influido en su longevidad.
“Una buena alimentación es el factor principal para vivir más”, afirma con convicción.
2. Trabajo constante
El segundo pilar de su vida es el trabajo. Para Ranulfo, estar activo físicamente a través de las labores del campo ha sido clave no solo para su salud física, sino también mental.
“Es un deporte. Cuando trabajo, es mi deporte y me gusta. Muevo mi cuerpo, cuido mis cosas, mis bienes. Es ocio”, explica.
Actualmente es propietario de dos fincas en Camapuã, donde aún realiza actividades como coordinar el trabajo de su equipo, hacer reparaciones, arreglar cercas y participar en el manejo del ganado.
3. Rutina disciplinada
El tercer pilar es una rutina bien definida. Se despierta todos los días entre las 4:30 y 5:00 de la mañana, y organiza su jornada según las necesidades del día.
Se despierta entre las 4:30 y 5:00 a. m. y mantiene una rutina variada.
iStock
“Luego me encargo de lo que tenga que hacer ese día. No tengo una tarea fija; hago algo diferente cada día”, comenta.
Esta estructura, según él, le da dirección, propósito y mantiene su mente enfocada y activa.
4. Atención médica preventiva
Ranulfo reconoce la importancia de cuidar la salud con regularidad. Aunque no depende de medicamentos, asiste a chequeos médicos de forma constante para monitorear su estado.
“Tomo algunas pastillas durante el día, pero no es obligatorio. Si no las tomo, no me siento mal; es parte de mi rutina”, dice. También señala que, a pesar de su edad, usa lentes de contacto y mantiene una buena capacidad auditiva.
“Escucho normalmente, sólo que no escucho lo que no me interesa”, bromea.
5. Ocio y recreación
El quinto y último pilar es el ocio. Entre sus actividades recreativas favoritas está la pesca, especialmente en el Pantanal, una práctica que mantiene viva su conexión con la naturaleza.
“Tengo que ir más despacio por mi edad, pero pescar es una de las cosas que más disfruto”, asegura.
Su hija, Renata Alves, confirma que su padre siempre ha sido una persona activa, trabajadora y de buen humor: “Siempre tuvo un empuje inigualable. Desde que tengo memoria, mi padre siempre ha tenido mucho empuje. Nunca lo he visto quejarse de nada”.
Disfruta de la pesca y valora el ocio como parte de su equilibrio personal.
iStock
Una vida de lucha, trabajo y gratitud
Ranulfo nació el 27 de mayo de 1923 en Três Lagoas, municipio en Brasil y se trasladó a Camapuã en 1941, cuando tenía apenas 18 años. Llegó con un caballo en mal estado y empezó desde cero. “Me quedé allí trabajando, me casé, formé una familia y empecé a montar en bicicleta”, recuerda.
Al resumir su vida, lo hace con sencillez pero con profunda convicción: “Fue mucho trabajo, mucha lucha, sufrimiento y protección divina”.
También se muestra agradecido con quienes lo han acompañado en el camino: “Agradezco a quienes han trabajado conmigo y a quienes trabajan conmigo. Todos me ayudaron. No estoy solo, no. Los respeto y me respetan, y si necesitan algo, pueden llamar a mi puerta”.
Con buen humor y energía, concluye: “Me siento feliz y aún quiero quemar mucha leña, si Dios quiere”.
O Globo (Brasil) / GDA
Más noticias en EL TIEMPO
*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de O Globo (GDA), y contó con la revisión de la periodista y un editor.