En algún momento de la vida, todos se han encontrado o se encontrarán en situaciones retadoras con compañeros de trabajo, jefes, amigos e incluso con parejas y familiares. Desde sentir la necesidad de complacer, la incomodidad a la hora de decir no, la sensación de culpa después de hacer un favor sin quererlo hasta tratar con personas mentirosas y manipuladoras.Lo cierto es que poner límites en cualquier relación, laboral, familiar o sentimental, no es fácil, pero es fundamental para vivir en paz y para mejorar la relación con los demás y con nosotros mismos.