Los cardenales de la Iglesia católica decidieron el lunes que el 7 de mayo iniciarán las votaciones para seleccionar al sucesor del papa Francisco, que heredará grandes desafíos como el combate a abusos sexuales dentro del clero.Los llamados “príncipes de la Iglesia” se encerrarán desde ese día en la majestuosa Capilla Sixtina para elegir al nuevo líder espiritual de 1.400 millones de fieles y no podrán salir hasta que la fumata blanca preceda el esperado “Habemus papam”.Es un proceso que ha despertado fascinación desde hace siglos.