Gustavo Bolívar vive una gran paradoja: por un lado, es el precandidato del petrismo que más intención de voto registra en las encuestas, pero, al mismo tiempo, es el funcionario al que más regaña el presidente Gustavo Petro. En los consejos de ministros, en los que Bolívar le dijo que lo amaba, Petro se muestra distante, le reclama, lo interrumpe y lo corrige en público.¿A qué juega el mandatario?, se preguntan en la izquierda.