He visto descaros políticos… y los de Gustavo Petro. La verdad, me mordí la lengua, respiré tres veces, en este caso quise por el tamaño del descaro y la hipocresía, pero no me pude aguantar la actitud de Petro frente a las dictaduras latinoamericanas y, en especial, la de su amigo y socio Nicolás Maduro.