Francisco Santos

He visto descaros políticos… y los de Gustavo Petro. La verdad, me mordí la lengua, respiré tres veces, en este caso quise por el tamaño del descaro y la hipocresía, pero no me pude aguantar la actitud de Petro frente a las dictaduras latinoamericanas y, en especial, la de su amigo y socio Nicolás Maduro.

Soy un lector empedernido de biografías y de historia. Como periodista y miembro de una familia de periodistas, desde pequeño seguí las noticias y a los líderes que, para bien o para mal, actuaban para crear hechos que aparecían en los diarios como noticias. En mi vida de periodista, de vicepresidente y de embajador conocí muchos líderes buenos, regulares y malos, que dejaron rastro para bien algunos, para mal otros y ningún rastro la mayoría.De muchos solo conozco lo que he leído o visto en documentales.

He escrito poco sobre este gobierno este año por varias razones. ¿Cuáles? Hay tantos escribiendo sobre este tema con los mismos argumentos que es poco lo que uno puede aportar. Ha sido tan descarado el presidente Gustavo Petro y su gobierno que es muy fácil escribir sobre sus falencias, su corrupción, su terrible gestión.

La libertad no es gratis y nunca la apreciamos hasta que la perdemos, como me sucedió en mi secuestro o como la perdieron los cubanos hace 64 años. En los premios Libertad y Democracia, esta semana vimos o, mejor, sufrimos el dolor de caso tras caso y de país tras país que ven como este don preciado desaparece o tambalea. Acá van dos historias.Cuando se subió al escenario lentamente este cubano que lleva 64 años de exilio, nos contó con nostalgia cómo su infancia y su juventud las vivió en una Cuba donde había libertad.

Este jueves pasado, cientos de millones de norteamericanos celebraron su Día de Acción de Gracias, un hermoso encuentro en el que se reúnen en familia para agradecer todo lo recibido, para recordar a todos los que se fueron y para celebrar tanto la vida como a los seres queridos.En este mundo desagradecido, donde muchos se sienten solo con derechos y sin deberes, donde ese self entitlement o sentimiento de a mí me deben todo, agradecer o ser agradecido se ha convertido en un sentimiento o una característica humana escasa, muy escasa.Esta tradición del Día de Acción de Gracias nació en Plymo

Cuando la ONU se crea, al inicio de la Guerra Fría, era un escenario esperanzador creado para “mantener la paz y la seguridad internacionales, proteger los derechos humanos, promover el desarrollo sostenible y la acción climática, y defender el derecho internacional”.