No esperen a un Petro más sereno, sobrio y racional en 2025. Aunque deje el trago fuerte, como anunció en uno de sus últimos incendiarios y disparatados discursos, tendremos a un presidente aún más agresivo, radical y pendenciero.Cada día sube el volumen de sus calumnias, amenazas e insultos porque siente que se le agota el tiempo para inmortalizarse como un Allende.