Parcelar el Estado a los politiqueros es una prueba más de que no hay cambio o que el cambio es en reversa. Petro le entregó el ICA a Carlos Amaya, Findeter a unas parlamentarias y el sector TIC al Partido de la U, en cabeza de Mauricio Lizcano. Los $29.660 millones que Lizcano gastó en autobombo fueron la cuota inicial para su campaña electoral promovida en las redes sociales.