Aurelio Suárez Montoya

En 2018, Iván Duque y su ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, presentaron una ley de Financiamiento, que extendía el IVA a 107 productos de 181 de la canasta familiar, para bajar la tarifa del impuesto de renta a los inversionistas al 30 por ciento y en algunos casos al 27. Se cayó por vicios de trámite y, en su reemplazo, se expidió la Ley de Crecimiento Económico de 2019.

Gustavo Petro sueña con trascender como el gran reformista. Quiere formar parte de una galería, creada por él, integrada por los que define como los grandes “transformadores” de nuestro país: Simón Bolívar, López Pumarejo, Gaitán. A veces incluye a Melo y a Lleras Restrepo. Esta apuesta “histórica”, llena de anacronismos animados por el romance que sostiene consigo mismo, se funda en una trilogía de “reformas sociales”: la pensional, la laboral y a la salud.

Muchas personas validaron las acciones del Gobierno de Israel de Benjamin Netanyahu en respuesta al ataque del grupo extremista fanático Hamás el 7 de octubre de 2023, llamado Tormenta de Al Aqsa, que contó con 4.700 cohetes, destruyó instalaciones militares y centros poblados, mató 815 civiles, 36 niños entre ellos, y 380 militares (HRW, julio/24), hirió 7.500 personas, con amputaciones y violaciones, y secuestró 251 rehenes, llevados a Gaza y sometidos a ultrajes. A mediados de mayo habían regresado 148 vivos y 44 muertos en cautiverio, quedan 58 pendientes.

Aunque temas como el de la salud, Ecopetrol y la energía son los desastres más visibles del Gobierno Petro, hay que prestar atención a lo que está ocurriendo con la infraestructura vial. Es notoria la silenciosa descomposición de las vías.El deterioro es tal que, si se recorren los 2.500 kilómetros de Bogotá a La Guajira vía Santa Marta, el desgaste humano y mecánico es mayor que cuando se transita el triple en cualquier carretera bienconstruida. Hay vías departamentales, como denuncian los gobernadores, en las que el Gobierno “ni raja ni presta el hacha”.

Petro decidió destruir a Ecopetrol, pero nadie imaginó que lo iba a hacer entregándoles porciones del mercado nacional de gasolina en condiciones ventajosas –tal como lo ha anunciado con el de gas– a importaciones de compañías árabes. Extraña lógica “verde” por la que los “combustibles fósiles” contaminantes son los nuestros y no los de los extranjeros.

Ecopetrol está en vías de extinción por el discurso central de Gustavo Petro: que –para preservar la “vida” en Colombia y en el mundo– exhorta a eliminar de tajo los combustibles originados en hidrocarburos. En tres años ha actuado en consecuencia, asestándole cuatro golpes al cuello a esta empresa de mayoría estatal. Empezó con el cierre de las licencias para explorar nuevos yacimientos de petróleo y gas. Ecopetrol, que es responsable del 70 porciento del sector, disminuyó sus taladros en actividad en los últimos años.

La mayor mentira económica de los últimos años es que hay libre comercio mundial. Contra los textos clásicos, de David Ricardo y Paul Krugman, Eduardo Sarmiento demostró que en la actual organización la ventaja mercantil no es la “comparativa”, sino la absoluta, en especial para bienes que se pueden producir en todas las latitudes.¿Qué es la ventaja absoluta?

Idear consultas populares es una práctica inveterada de Gustavo Petro. Es constante en su trayectoria hacer encendidas proclamas al pueblo, al “constituyente primario” para decidir, y sacar provecho de este instrumento de la “democracia directa y participativa”, por encima de instituciones u organizaciones. Lo ha hecho como precandidato presidencial en 2009, en el Polo Democrático; en marzo de 2018, en una denominada de “Inclusión Social para la Paz”, y en marzo de 2022 con el Pacto Histórico.

La reforma agraria del Gobierno Petro está menos que en pañales, no se han cumplido las metas, va rumbo al naufragio. Basta leer el Informe del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos sobre Colombia en 2024 para confirmarlo.A la fecha (22 de enero de 2025), se han sumado 494.556 hectáreas al Fondo de Tierras y adjudicado solo 154.568, que “representa el 5,32 % de la meta global” de 2,9 millones. Se han formalizado “1.308.523”, el “32,7 %”, de 3,9 millones de hectáreas, con posesión o con títulos precarios pendientes de ser escrituradas.