A Miguel Ángel López, el funerario de Tibú, Norte de Santander, la muerte lo perseguía desde hacía varios años, dicen habitantes de esa zona golpeada por una escalada violenta que tiene como protagonistas al ELN y a las disidencias del frente 33 de las Farc. Finalmente, lo alcanzó el pasado martes 14 de enero en la vía que conduce a Cúcuta, mientras iba en compañía de su esposa, Zulay Durán Pacheco, y sus dos hijos de 8 años y 9 meses de edad. Solo sobrevivió el mayor.