El pasado martes, el presidente Gustavo Petro, ante la Asamblea General de Naciones Unidas, pronunció su último discurso, esta vez sobre la situación de Palestina y la creación de un ejército internacional, relacionándola con la política antidrogas global que ha utilizado misiles contra embarcaciones en el mar Caribe, la crisis climática descalificada por el Gobierno de Estados Unidos y su política contra migrantes, que no dudó en calificar de racista.Defendió los avances de su gobierno en la lucha contra el narcotráfico, afirmó que entre 2023 y 2024 se registró la mayor cantidad de cocaína