Una serie de decisiones de carácter ambiental y financiero del Gobierno Petro durante los últimos años parecen formar parte de la estrategia de la nación para entorpecer los proyectos de infraestructura de Bogotá con los que no está de acuerdo y que no ha podido frenar, a pesar de su constante presión.Dichas disposiciones han sido el caldo de cultivo para fuertes peleas entre el presidente Petro, que ha usado a varios de sus ministerios como punta de lanza para atacar a Bogotá, y el alcalde Carlos Fernando Galán, quien se ha enfocado en acelerar a toda costa la ejecución de los proyectos en