Son dos historias forjadas en sonidos inmortales, de vidas pioneras marcadas por el talento y por el yugo de la fama, la autoexigencia y la atención. Repasándolas, los paralelos se hacen más y más evidentes. Sylvester Stewart, conocido como Sly Stone, nació en 1943 en Texas, pero se crio desde pequeño en California. En ese mismo estado (que hoy recibe todo el escarnio del trumpismo), en Hawthorne, nació en 1942 Brian Wilson, hermano mayor de tres. Nacieron con un año de diferencia, cambiaron al mundo con su música y murieron con un día de distancia, a los 82 años, la semana pasada.