El consumo excesivo de energía representa un desafío económico cada vez más presente en los hogares, especialmente cuando el uso inadecuado de los electrodomésticos eleva considerablemente el valor de la factura. A pesar de que muchos de estos dispositivos están diseñados con tecnologías avanzadas para mejorar su eficiencia, los malos hábitos por parte de los usuarios pueden marcar una diferencia significativa en el gasto energético.Una de las principales recomendaciones para reducir el consumo eléctrico es apagar aquellos equipos que no se utilizan de forma continua.