A lo largo de las décadas, la ciencia ficción ha sido una fuente inagotable de inspiración para la tecnología. Muchos de los avances que antes solo existían en las páginas de un libro o en una película futurista han sido transformados en realidades tangibles gracias al desarrollo de nuevas tecnologías. La inteligencia artificial, en particular, ha sido testigo de este proceso, observando cómo algunos de los inventos más asombrosos de la ficción han dado paso a productos que ahora forman parte del día a día.1.