Vicealmirante (RA) Paulo Guevara Rodríguez

El intento de magnicidio contra el senador Miguel Uribe Turbay no puede entenderse como un hecho aislado. Es, en realidad, el síntoma alarmante de una nueva y peligrosa modalidad de violencia política, alimentada por la erosión institucional, el auge de estructuras criminales fortalecidas por la fallida política de paz total y una narrativa cada vez más incendiaria y promovida desde la jefatura del Estado.

En el marco de la justicia transicional, la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) ha otorgado beneficios jurídicos a excombatientes de grupos armados ilegales, mientras concentra de manera desproporcionada la responsabilidad del conflicto en miembros de la Fuerza Pública, desconociendo la complejidad del escenario y el sacrificio de quienes defendieron las instituciones legítimas.El informe “La JEP discrimina a los militares”, elaborado por Néstor Raúl Correa Henao, exsecretario ejecutivo de la JEP, expone preocupaciones fundadas sobre un posible sesgo en el tratamiento que esta jurisdicc

El nombramiento del nuevo ministro de Defensa es un paso positivo en un contexto de crisis. El reto es enorme y complejo debido al poco tiempo restante de gobierno y la falta de voluntad política.El país atraviesa una crisis de orden público sin precedentes, consecuencia de políticas de seguridad erráticas y la falta de una estrategia efectiva para contener la violencia. Como se advirtió en varias columnas, era previsible este escenario cuando la seguridad nacional no es una prioridad.

El pragmatismo ha sido una característica fundamental de la política exterior de Estados Unidos, que históricamente ha maximizado sus intereses nacionales sin importar los ajustes de postura o alianzas contradictorias que deba realizar. Un ejemplo claro es su relación actual con China, su principal competidor económico, con quien mantiene una profunda interdependencia.Es aquí donde Colombia debe actuar también con pragmatismo, dejando de lado ideologías que, mal manejadas, podrían dañar la oportunidad de abordar temas concretos e importantes.

El gobierno del “cambio” apostó por la paz como uno de sus principales objetivos. Su política de Defensa y Seguridad Nacional está plasmada en el documento ‘Garantías para la vida y la paz 2022-2026′, en el que se establece la necesidad de una paz total concebida para negociar con actores que no participaron en el Acuerdo de Paz con las Farc. Esta propuesta enfatiza la “seguridad humana”, enfocándose en la protección de las personas y sus derechos fundamentales.