A partir del 7 de mayo, todos los aeropuertos en Estados Unidos comenzarán a restringir el acceso a pasajeros que no cuenten con una Real ID, en cumplimiento con lo establecido por la ley del Real ID de 2005.Esta legislación fue implementada con el objetivo de aumentar las medidas de seguridad en los vuelos, como respuesta a los ataques del 11 de septiembre, y pretender que los viajeros muestren una forma de identificación aprobada para poder abordar vuelos nacionales.