Es lo que nos pasa a todos. Un mundo sobreinformado que normaliza el hecho de no parar de pensar, maquinar, producir. Pensar demasiado se ha convertido en una práctica común. Nos encontramos constantemente analizando cada detalle de nuestras vidas, desde decisiones triviales hasta las más importantes. El problema es que no paramos a tomar aire y conciencia de que este hábito puede tener consecuencias negativas para nuestra salud mental y bienestar general.Pensar demasiado también es conocido como overthinking, y puede llevar a un ciclo interminable de preocupación y ansiedad.