Bogotá se ha propuesto algo más ambicioso que tener un gran aeropuerto. Ahora quiere convertirse en una ciudad-aeropuerto. Bajo esa visión, El Dorado no solo debe conectar vuelos, sino también economías, culturas y oportunidades. Con más de 45 millones de pasajeros movilizados en 2024, de los cuales más de 10 millones fueron internacionales, la terminal se posiciona como una infraestructura estratégica para el desarrollo urbano y económico de la capital.