El uso cotidiano de cajeros automáticos en Colombia, un medio popular para retiros y movimientos de dinero, ha estado bajo amenaza debido al creciente uso de la modalidad delictiva conocida como skimming. Esta técnica permite a los delincuentes instalar dispositivos camuflados para capturar de manera ilegal la información confidencial de las tarjetas bancarias.A través de esta práctica, los ciberdelincuentes logran clonar las tarjetas y realizar transacciones fraudulentas, dejando a las víctimas sin acceso a sus fondos y poniendo en peligro su seguridad financiera.