El Año Nuevo es una de las celebraciones más cargadas de simbolismo alrededor del mundo. En América Latina, las tradiciones que buscan atraer la prosperidad, el amor y la felicidad son abundantes, y una de las más populares es el uso del color amarillo. Este tono vibrante se ha convertido en un emblema de los deseos de abundancia y buena suerte para el año que comienza.