SEMANA: Cuéntenos sobre su trabajo como decorador y organizador de eventos.
Raúl Ávila: Tengo el gran privilegio y la oportunidad de seleccionar a la gente con la que quiero trabajar. Los estadounidenses que tienen mucho dinero no tienen gusto para nada y, gracias a Dios, yo nací con gusto. A mí me contratan para organizar fiestas, galas, cumpleaños, decoración de casas, para hacer portadas para revistas, cortometrajes, películas y matrimonios. Cuando tu trabajo habla por sí mismo, tú tienes que ser perfeccionista en todo lo que haces, eso es lo que caracteriza mi trabajo y yo creo que esa es la razón por la cual Anna Wintour y yo hemos sido tan unidos desde hace tanto tiempo.
SEMANA: ¿Cómo nació esa relación laboral con Anna Wintour?
R.A.: La conocí hace varios años cuando ella estaba organizando una comida con varios invitados en su casa y mi jefe en ese tiempo, que se llamaba Robert Isabell, me mandó a que le arreglara todo para su evento. Saqué todas las plantas muertas que tenía, le organicé los muebles, le arreglé la mesa principal, puse diferentes tipos de vasos, cubiertos, platos y le decoré toda la casa. A los pocos días ella llamó a mi jefe y le pidió que, a partir de ese momento, yo fuera el único que le decorara su casa para sus eventos. Eso fue más o menos entre 1999 y 2000. Ahí empezó la relación con Anna. Tiempo después me llamó para la MET Gala.
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SEMANA: Además de la revista Vogue y el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, ¿con quién más trabaja?
R.A.: Trabajo personalmente con Cartier, Chanel, Van Cleef, Tory Burch, Dior. Me encargo de diseñar sus desfiles en las semanas de la moda, pero también de decorar sus casas en Europa, en especial en París. A Mitzy Burch la conozco personalmente desde hace mucho tiempo porque es una persona muy allegada a Anna Wintour. También trabajo con Diane von Fürstenberg o con Aerin Lauder, la nieta de Estée Lauder. Trabajo con todas estas personas porque Anna les ha recomendado mi trabajo.
SEMANA: ¿Cómo fue su vida en Bogotá antes de probar suerte en Estados Unidos?
R.A.: Crecí en una familia muy humilde. Vivía en un barrio llamado San Eusebio, al sur de Bogotá. Tuve una infancia muy pobre, pero llena de valores morales y espirituales. Mis padres eran increíbles, muy pobres, pero nos enseñaron a respetar a las personas mayores, a trabajar con honestidad, a no pretender lo que no somos, a sentirnos orgullosos de donde veníamos y de quienes éramos. Todo eso que me enseñaron mis padres lo practiqué aquí desde que llegué y eso me ha abierto muchas puertas.
Soy una persona sincera, no digo mentiras, no soy pretencioso. Tuve una infancia pobre, pero feliz. Mi madre murió de cáncer cuando yo terminé mi bachillerato. Yo era muy joven y no tenía recursos económicos para ir a una universidad en Colombia, pero mi padre vivía en Estados Unidos. Él trabajaba en el área de construcción. Se fue a Estados Unidos porque quería ayudarnos a salir adelante y en ese tiempo había muchas oportunidades. Cuando mi madre se complicó de salud, mi padre regresó a Colombia y, cuando mi madre murió, yo ya no tenía nada que hacer en Colombia, porque mi hermano también se iba a mudar a Estados Unidos con su esposa y sus hijos. Recuerdo a mi mamá como una mujer muy alegre. A pesar de que éramos muy pobres, siempre invitaba a mis amigos a comer, ella era una mujer que cocinaba delicioso. Yo tenía como 18 o 19 años y ahí me puse a pensar en mi futuro, sobre todo porque yo soy gay y en Colombia todo era muy discriminatorio y no podías hablar de eso.
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SEMANA: ¿Cuál fue su primer trabajo cuando llegó a Estados Unidos?
R.A.: Cuando llegué a Estados Unidos fue muy difícil porque yo no hablaba el idioma, no tenía amigos. El primer trabajo que tuve acá fue empacando ropa. Mi hermana en ese momento era contadora para una empresa de sportwear para niños y ella me dijo: “Mañana te vas a trabajar conmigo”. Y sí, comencé a trabajar empacando ropa por docenas en cajas para luego enviarlas a diferentes tiendas, y entre más cajas empacaba al día, pues más dinero ganaba. Después de un tiempo me di cuenta de que mis manos se me llenaron de sangre y ampollas. Estaban muy mal por el papel que uno le ponía a las cajas, y por el pegante y me tocó ir a ver a un doctor. En esa empresa trabajé un año.
SEMANA: ¿Alguna anécdota inolvidable que recuerde luego de organizar varias ediciones de la MET Gala?
R.A.: Lo más dramático que me ha pasado fue durante la primera MET Gala, fue una experiencia inolvidable. Anna Wintour me llamó un día y me dijo: “Quiero trabajar contigo, quiero que tú hagas la MET Gala conmigo, ya no quiero trabajar con Robert Isabell”. Robert era la persona que diseñaba toda la MET Gala en ese entonces. Mi primera MET Gala fue en 2007 y fue en honor a un diseñador que se llamó Paul Poiret, y me fui una semana a París para estudiar a este diseñador. En ese tiempo en París me di cuenta de que él no era únicamente un diseñador de modas, sino también de muebles, de interiores. Él hacía muchas cosas y me di cuenta de que él era fanático de las jaulas para aves y eso me inspiró para la decoración de la MET Gala. Terminé construyendo una jaula de 20 pies de alto y la idea era meter dos pavos reales de verdad para que cuando llegaran los invitados ellos abrieran sus plumas de colores. Uno de los pavos terminó escapando y ahí dije: “Me echaron”. Cuando eso pasó, miré a Anna y ella se puso a reír porque todos los de seguridad estaban detrás del animal. Al final, lo lograron controlar. Cuando empezaron a llegar los invitados, el pavo sí abrió sus plumas de colores a los invitados, terminó siendo estupendo todo. Desde entonces, ya van 18 ediciones de la MET Gala en las que estoy al frente.
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SEMANA: ¿A quién ha conocido a lo largo de esos 18 años al frente del diseño del evento de moda?
R.A.: He conocido presidentes, primeras damas, modelos, actores, cantantes. En los Óscar, también he conocido gente espectacular, porque yo también trabajo en el diseño de los Premios Óscar. De invitados colombianos conocí a Maluma, cuando él fue a la MET Gala, fue algo muy rápido, me lo presentó Anna. También conocí a Karol G, pero de resto no he conocido a ningún otro colombiano que haya ido.
SEMANA: ¿Qué se puede esperar de la edición más reciente de la MET Gala?
R.A.: Este año, el tema de la MET Gala será Superfine: Tailoring Black Style y estoy muy emocionado porque los anfitriones, junto a Anna, serán Lewis Hamilton, Pharrell Williams, A$AP Rocky y Colman Domingo. Sobre el código de vestimenta, que será Tailored for You, se espera que cada invitado se vista bajo su propio estilo. Esto también se escogió así porque no querían ningún tipo de discurso racista, que es un tema muy sensible en Estados Unidos. Iré vestido con un traje Valentino hecho a la medida, fui a París recientemente para probármelo.
SEMANA: ¿Tiene planes de visitar Bogotá?
R.A.: Sí, yo trato de ir a Bogotá al menos dos veces al año, porque mi papá sigue viviendo allá y este año él cumple 100 años y tengo que celebrar con él. Mi vida, actualmente, se divide entre Nueva York, París y Milán, porque son las ciudades por excelencia de la moda y todas las temporadas de moda me ayudan a inspirarme para mi trabajo, para seguir siendo creativo.