El Gaula Militar del Valle de Aburrá informó este martes la captura mediante orden judicial del canadiense Raymond Truong, quien sería uno de los dos hombres responsables de secuestrar y torturar a una mujer que prestaba servicios de limpieza en un apartamento que era usado como Airbnb en El Poblado en noviembre del 2023.
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Según la investigación de la Fiscalía, la víctima habría sido retenida en contra de su voluntad por el hoy procesado, quien se hospedaba en el inmueble; golpeada para que entregara información sobre la ubicación de un anillo y un dinero en efectivo, que supuestamente se perdieron en el lugar; y finalmente despojada del teléfono celular.
El hecho solo se conoció seis meses después de ocurrido, a mediados de 2024, luego de que la presión mediática lograra visibilizar la negligencia de la Fiscalía y la Secretaría de las Mujeres que hasta mayo de 2024 no había hecho ni avances en el proceso ni otorgado debido acompañamiento a la mujer, pese a las pruebas como videos y las graves heridas de la mujer.
El testimonio de la mujer de 42 años refleja que los ataques a los que fue sometida fueron aberrantes. La mujer narró que Truong y otro extranjero llamado Raymond Arthur JR Cornish la metieron a la fuerza a un cuarto señalándola de ladrona, acusación que ya le habían hecho en ocasiones anteriores.
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Una vez allí y durante hora y media, los sujetos, narró la víctima, la ahogaron con una funda de almohada y la golpearon salvajemente en todo el cuerpo. Según la mujer, fue tan fuerte la manera como intentaron ahogarla con la funda que le reventaron la boca severamente.
Arthur Jr. Cornish, el otro señalado, fue capturado en enero de este año y está respondiendo por los delitos de secuestro simple agravado, tortura, y hurto calificado y agravado, por los cuales también deberá responder Truong.
Enterado del caso, el propietario del apartamento involucrado entregó los videos donde quedó en evidencia que ambos hombres ingresaban con frecuencia mujeres al apartamento, lo que corroboraba que la empleada de servicios generales no era la única que permanecía en el lugar. La mujer quedó con heridas en la cara, el abdomen y las extremidades. Recibió en aquel momento incapacidad de 15 días, y pese al miedo y la zozobra debió continuar laborando en lo mismo.