Este jueves, el grupo de moda italiano Prada anunció la compra del 100 % de la firma rival Versace por 1.250 millones de euros (aproximadamente 1.375 millones de dólares).
Anteriormente, Versace era propiedad mayoritaria de la familia Versace (80 %) y del fondo de inversión estadounidense BlackRock (20 %). En 2018, Capri Holdings adquirió la marca por una suma superior: 1.830 millones de euros.
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Ahora, la emblemática firma con sede en Milán regresa a manos italianas. Se espera que esta operación consolide un nuevo grupo de lujo capaz de competir con los grandes conglomerados del sector, como LVMH y Kering.
La venta a Prada se dio en un contexto de caída en las ventas de Versace y una crisis generalizada en la industria de la moda de lujo, a pesar de que Prada ha manejado la situación con mayor solidez. Capri aceptó un precio reducido debido a la agitación del mercado, ya que inicialmente la operación estaba valorada en 1.500 millones de euros.
¿Por qué Prada compró Versace?Prada busca reforzar su posición en el mercado global del lujo y competir de manera más eficaz con los gigantes del sector. La adquisición de Versace permitirá al grupo alcanzar ingresos superiores a los 6.000 millones de euros (más de 6.600 millones de dólares). Además, Prada considera estar bien posicionada para impulsar una nueva etapa en la historia de Versace, aprovechando los valores y la experiencia del grupo.
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El grupo aseguró que Versace conservará su ADN creativo y su autenticidad cultural, mientras se beneficia de la plataforma robusta de Prada, que incluye un profundo conocimiento industrial y una amplia experiencia en procesos minoristas y operativos.
Patrizio Bertelli, presidente y director ejecutivo del Grupo Prada, manifestó su satisfacción por dar la bienvenida a Versace. Destacó el compromiso compartido con la creatividad, el cuidado del producto y una sólida herencia cultural.
“Nuestro objetivo es dar continuidad al legado de Versace, celebrando y reinterpretando su estética audaz y atemporal; ofreceremos una plataforma sólida, reforzada a lo largo de los años por continuas inversiones en los ámbitos industrial y de distribución. Nuestra organización está preparada y bien posicionada para escribir una nueva página en la historia de Versace, basándose en los valores del grupo y continuando con confianza y rigurosa determinación”, afirmó.
Se prevé que el cierre de la operación ocurra en la segunda mitad de 2025, sujeto a las condiciones habituales, entre ellas, la obtención de aprobaciones regulatorias necesarias.