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La travesía por el Río Magdalena que llevó ayudas humanitarias, justicia y asistencia médica a 10 mil bolivarenses
John Montaño
10 de julio 2025 , 11:01 a. m.
10 de julio 2025 , 11:01 a. m.
La travesía por el Río Magdalena que llevó ayudas humanitarias, justicia y asistencia médica a 10 mil bolivarenses
El Buque ARC Golfo de Urabá de la Armada Nacional, en alianza con Gobenación de Bolívar, llegó a seis polaciones.
John Montaño
Las aguas del río Magdalena, que tantas veces han sido el espejo de amores a ritmo de cumbias, vallenatos y currulaos, pero también de la violencia de este país, volvieron a rugir, esta vez, con el murmullo de la esperanza.
No fue el bramido de una tempestad, sino el suave pero firme avance del Buque ARC Golfo de Urabá, una nave de la Armada Nacional que, durante quince días, se transformó en un arca de promesas cumplidas para más de diez mil bolivarenses que habitan las orillas fulgurantes del sur del departamento.
Durante más de dos semanas, la travesía ‘Navegando al Corazón del Magdalena: Me enamoro de Bolívar’, fue una odisea de solidaridad orquestada por la Gobernación de Bolívar y la Armada Nacional.
Desde el puerto de Cartagena, bajo un sol que prometía lluvias de bendiciones, zarpó el buque con una tripulación heroica: doscientos voluntarios, veinte aliados institucionales y toneladas de ayuda: desde medicinas hasta la justicia, desde agujas de un optometrista hasta la sabiduría de un neurólogo.
El recorrido ha sido maravilloso. Más de 10.000 bolivarenses atendidos, con 200 voluntarios y 20 aliados, una logística impecable para cumplir el propósito...
Un viaje a lo largo de 180 millas fluviales
Fueron más de 10.000 bolivarenses atendidos con 200 voluntarios y 20 aliados.
Gobernación de Bolívar
La ruta fue un latido a lo largo de 180 millas fluviales, tocando a las puertas de poblaciones como San Cristóbal, Pinillos, Zambrano, y los corregimientos de Tacamocho, Roble y Porvenir. Lugares donde, por años, la presencia institucional había sido una aparición intermitente, casi fantasmal, o en muchos casos, una ausencia absoluta que dolía como una herida abierta. A estos pueblos, históricamente, solo llegaban los políticos en época electoral, pero después se olvidaban de sus gentes.
La caravana de la dignidad en cada puerto fluvial
En cada puerto, el río se convirtió en un escenario de milagros cotidianos. Por ejemplo: un hombre trajo a su padre a una consulta con neurología, una cita que, según relató con la emoción desbordada, llevaban meses esperando sin fortuna.
"Hoy, gracias a esta brigada, fue atendido y ya tiene sus medicamentos asignados", susurró, y en sus ojos se leía una gratitud que no cabía en palabras.
Zarpamos con la misión clara y regresamos con el corazón lleno. Las entidades cumplieron y la Armada Nacional también. Bolívar puede sentirse orgulloso de lo que logramos juntos
‘Navegando al corazón del Río Magdalena’ fue más que una expedición fluvial
La expedición llegó a San Cristóbal, Pinillos, Zambrano, así como a Tacamocho, Roble y Porvenir.
Gobernación de Bolívar
Ese mismo milagro se replicó en consultorios jurídicos móviles donde el derecho dejó de ser un privilegio lejano y de las grandes ciudades; también hubo atenciones de medicina general, optometría, y la entrega de medicamentos esenciales.
Para cientos de familias que habitan a orillas del afluente fue el primer contacto con la salud especializada sin tener que abandonar sus parcelas y sus vidas.
“El recorrido ha sido maravilloso. Más de 10.000 bolivarenses atendidos con 200 voluntarios y 20 aliados, una logística impecable para cumplir el propósito del gobernador Yamil Arana: llegar donde el Estado antes no llegaba”, señaló Javier Doria, secretario del Interior del departamento, mientras contemplaba con satisfacción el deber cumplido.
Las comunidades, con la misma premura con que antaño corrían a recibir las chalupas que traían cartas y remedios de la lejana ciudad, se volcaron al río para esperar el buque venido desde Cartagena con las ayudas y asistencias.
La mole flotante llegó con el mismo gesto ancestral del pescador que regresa a puerto seguro.
La Armada Nacional, esa institución que guarda los mares y los ríos de la patria, fue la pieza clave de esta operación. No solo facilitó el transporte y la intrincada logística, sino que sus hombres y mujeres, con una vocación de servicio, aportaron su corazón en cada jornada.
“Zarpamos con la misión clara y regresamos con el corazón lleno. Las entidades cumplieron y la Armada Nacional también. Bolívar puede sentirse orgulloso de lo que logramos juntos”, afirmó con la certeza de un navegante el teniente Juan Norato, comandante del Buque ARC Golfo de Urabá, mientras el sol de la tarde comenzaba a teñir el cielo de naranjas y violetas.
Sembrando historias y recogiendo dignidad
Atención médica
Gobernación de Bolívar
La travesía ‘Navegando al Corazón del Magdalena: Me enamoro de Bolívar’ dejó, en su estela, un caudal de historias de reconciliación y felicidad. De mujeres que por primera vez sintieron la tranquilidad de un chequeo médico, de niños que vieron el mundo con claridad por primera vez gracias a unos lentes, de campesinos que por fin entendieron sus derechos sobre la tierra, y de líderes comunitarios que, entre abrazos, agradecieron que el río, ese viejo testigo de sus oraciones y esperanzas, volviera a ser un vínculo de unión y no de distancia.
En este periplo el ARC Golfo de Urabá surcó 180 millas por el Magdalena, llegando a seis poblaciones a través del programa ‘Justo Bolívar: los municipios beneficiados fueron San Cristóbal, Pinillos, Zambrano; así como los corregimientos de Roble, Tacamocho y Porvenir.
Esta tarea fue posible gracias a una articulación interinstitucional entre la Gobernación de Bolívar, Armada Nacional, entidades del sector salud, justicia, educación y organizaciones de la sociedad civil.
Peluqueros
Gobernación de Bolívar
El gobernador Yamil Arana Padauí ha reiterado desde el inicio de su mandato que el sur de Bolívar merece la misma atención y dignidad que cualquier capital.
“Este no es un gesto simbólico. Es una política de presencia, de servicio y de compromiso”, ha dicho en sus intervenciones públicas.
El periplo culminó en Pinillos con la certeza de que, cuando el Estado se embarca con el pueblo, el olvido y la corrupción, esas antiguas plagas, puede ser vencidas por la acción.
A las pobaciones también llegó el servicio de odontología.
Gobernación de Bolívar
‘Navegando al Corazón del Magdalena’ no fue solo una expedición fluvial. Fue una declaración de principios. Una muestra de que el desarrollo no puede ser exclusivo de las ciudades de asfalto y cemento. Tiene que moverse, remar, cruzar caños, entrar a las veredas más recónditas, con compromiso, con una logística impecable y, sobre todo, con corazón.
El retorno del buque a Cartagena fue el cierre de una página, pero, en el horizonte teñido de atardecer, se abrió un nuevo capítulo. Bolívar, con sus ríos como venas y sus pueblos como el corazón, promete seguir navegando hacia su gente. Porque cuando el Estado llega en chalupa, en buque o a pie, no solo llega el funcionario, llegan la dignidad, los derechos y el futuro, como si el mismo río Magdalena, en su eterna travesía, decidiera por fin abrazar a todos sus hijos.
Además, te invitamos a ver nuestro documental 'Explotación sexual en Cartagena: Voces silenciadas'
Cartagena