ICE en acción: redadas en centros de trabajo y empleadores que eluden responsabilidades legales

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ICE en acción: redadas en centros de trabajo y empleadores que eluden responsabilidades legales

Donato Del Blanco

02 de julio 2025 , 10:29 a. m.

02 de julio 2025 , 10:29 a. m.

ICE en acción: redadas en centros de trabajo y empleadores que eluden responsabilidades legales

• Mientras aumentan las detenciones de migrantes, las sanciones a los empleadores siguen siendo mínimas.

Donato Del Blanco

Desde el regreso de Donald Trump a la presidencia, las redadas migratorias en lugares de trabajo escalaron de forma notoria.

En los primeros seis meses del año, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) realizó operativos en talleres mecánicos, lavaderos de autos, empacadoras agrícolas y pequeñas fábricas en todo Estados Unidos.

Sin embargo, mientras cientos de trabajadores indocumentados fueron arrestados y deportados, casi ningún empleador enfrentó cargos penales.

Pese a que el discurso oficial sostiene que se busca castigar a las empresas que contratan mano de obra no autorizada, los hechos muestran lo contrario.

Según una revisión de casos realizada por The Washington Post, de más de una veintena de redadas recientes, solo un empleador fue procesado.

Cómo operan las redadas en pequeños negocios

La mayoría de los operativos se concentran en negocios con pocos recursos legales para defenderse.

En ciudades como Filadelfia, Omaha, Los Ángeles y Ocala, agentes armados ingresaron a locales sin mostrar órdenes judiciales, según denunciaron los dueños.

En muchas ocasiones, ICE actúa en espacios públicos o zonas grises del establecimiento para justificar su intervención, pero también ingresó a oficinas privadas sin autorización clara.

Este tipo de redadas, según expertos en derecho migratorio, busca cumplir metas de deportación más que desmantelar redes laborales ilegales.

ICE actúa en espacios públicos o zonas grises del establecimiento
ICE - Istock

Jessie Hahn, abogada del Centro Nacional de Derecho de Inmigración, denunció que ICE está utilizando órdenes judiciales genéricas conocidas como “órdenes de Blackie”, que permiten allanar sin identificar previamente a los trabajadores buscados, algo que podría violar la Cuarta Enmienda.

Para los trabajadores, las consecuencias son inmediatas: detención, separación familiar y procesos de deportación exprés. Pero para los empresarios, la historia es distinta.

En la mayoría de los casos, no reciben sanciones ni seguimiento judicial. Esto, pese a que emplear a sabiendas a personas sin autorización constituye una violación federal.

Craig Deare, exoficial del Ejército y experto en seguridad hemisférica, considera que las pequeñas empresas son objetivos estratégicos por su bajo perfil y escasa capacidad de litigio.

Además, muchas operan de buena fe, creyendo que E-Verify o controles previos las exime de responsabilidad.

En un caso en Omaha, el gerente de una empacadora de carne declaró haber pasado auditorías oficiales semanas antes de una redada que terminó con más de 70 detenciones.

John Sandweg, quien dirigió el ICE durante la presidencia de Barack Obama, calificó esta estrategia como ineficaz.

Asegura que perseguir puestos de tacos o lavaderos de autos rara vez desmantela redes delictivas y, en cambio, castiga a trabajadores vulnerables sin antecedentes penales.

Pese a las promesas de Trump y el Departamento de Justicia de “castigar a los peores actores”, los resultados muestran un patrón claro: más detenciones de migrantes, menos responsabilidad empresarial.

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