Salud
Los males que aquejan a la salud rural en Colombia, según nuevo informe
Angie Tatiana Rodriguez Bernal
16 de febrero 2025 , 10:42 p. m.
16 de febrero 2025 , 10:42 p. m.
Los males que aquejan a la salud rural en Colombia, según nuevo informe
Las comunidades rurales continúan enfrentando graves dificultades para acceder a servicios básicos.
Angie Tatiana Rodriguez Bernal
En Colombia, cuatro de cada 10 hospitales rurales están en riesgo financiero, de acuerdo con la segunda edición del ‘Índice de salud rural’ 2024 (ISR) del centro de pensamiento Así Vamos en Salud.
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Según el reporte, conocido por EL TIEMPO en exclusiva, en los 520 municipios analizados, 194 empresas sociales del Estado (ESE) se encuentran en riesgo alto (37,3 por ciento), 11 en riesgo medio (2,1 por ciento) y 60 en riesgo bajo (11,5 por ciento). Estar en riesgo alto significa que las ESE (hospitales de primer, segundo y tercer nivel) están en el programa de saneamiento fiscal y financiero por presentar incumplimiento del programa de Saneamiento Fiscal.
Este informe, que analiza las condiciones actuales de la salud rural en 520 municipios del país a partir de 37 indicadores, dice que los municipios más afectados por la crisis financiera están en los departamentos de Sucre, Magdalena, Atlántico y Bolívar.
El documento también reveló que en Colombia el acceso a internet en zonas rurales es una barrera para la atención en salud. El 37,4 por ciento de los municipios rurales tienen menos del 1 por ciento de cobertura, limitando el uso de la telemedicina y el acceso a servicios esenciales.
Asimismo, el informe resalta que la desigualdad en la distribución de médicos en Colombia es alarmante. Del total de municipios, solo tres –Santa Fe de Antioquia y Abejorral (Antioquia) y Córdoba (Bolívar)– cuentan con más de 100 médicos por cada 10.000 habitantes, mientras que en el otro extremo, 116 municipios solo disponen de un médico. Estos municipios pertenecen en su mayoría a Cundinamarca (25 por ciento), Santander (15 por ciento) y Norte de Santander (10 por ciento).
Municipios con más bajo desempeño en densidad de médicos.
CEET con cifras de Cubo Rethus.
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Según el análisis, las comunidades rurales continúan enfrentando graves dificultades para acceder a servicios básicos como agua potable, saneamiento y conectividad, lo que afecta directamente la salud de los ciudadanos, la calidad de atención y la disponibilidad de recursos, además de dificultar la prevención de enfermedades y perpetuar las desigualdades. El ISR muestra ocho hallazgos críticos.
En primer lugar, hay una deficiencia en los servicios públicos básicos. Los resultados muestran que solo el 41,1 por ciento de los municipios tienen acceso a alcantarillado, y la mitad de estos presenta una cobertura inferior al 37,3 por ciento.
“Aunque los municipios Zomac (zonas más afectadas por el conflicto) muestran mejor cobertura, 12 municipios de este grupo tienen agua inviable para el consumo humano”, indica el documento.
Por otro lado, el 39 por ciento de los municipios tienen acceso bajo o crítico (menos del 50 por ciento) a agua potable, con localidades como El Peñón (Bolívar) y Puerto Salgar (Cundinamarca) entre las más afectadas.
Además, el ISR asegura que hay un “crítico” deterioro en la viabilidad financiera de las ESE. Mientras que en 2022 el 16,8 por ciento de los municipios se clasificaban en riesgo alto, en el último índice la cifra ascendió al 37,3 por ciento, reflejando “una menor capacidad de gestión en salud”.
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La escasez de médicos generales es preocupante. La distribución de estos profesionales es muy desigual en Colombia, elevando los riesgos de morbilidad y mortalidad y dejando a miles de personas sin atención médica oportuna.
“El déficit no solo afecta a los médicos, sino también a otras disciplinas esenciales, evidenciando la necesidad urgente de una mejor distribución del talento humano en el sector salud”, reza el informe.
La limitación tecnológica también afecta el acceso de los ciudadanos a la telemedicina. Así Vamos en Salud indica que la implementación de centros de salud digitales con internet satelital podría asegurar un servicio continuo y reducir la desigualdad en el acceso a los servicios, pues estos espacios permitirían diagnósticos remotos y atención médica a estas comunidades.
El reporte también muestra que la atención en salud mental es insuficiente. “Los servicios de salud mental son escasos y la cobertura sigue siendo mínima. Aunque la enfermedad afecta profundamente a la población, en la mayoría de los territorios las tasas de atención no superan el 1 por ciento”, agrega el reporte.
Esto es aún más grave en regiones afectadas por el conflicto armado y la pobreza, donde las barreras de acceso agravan el problema. El municipio con la mayor tasa de atención por depresión es Papunaua (Vaupés), con un 4 por ciento. Esta población tiene la tasa más alta por suicidio en el país.
El acceso a controles prenatales es alto en términos generales, pero varía drásticamente según la región. Mientras el 97 por ciento de las mujeres acuden al menos a una consulta y el 86,4 por ciento recibe cuatro o más, en departamentos con alta ruralidad, como Vaupés, Guainía y Vichada, la cobertura es baja. En contraste, Atlántico y Antioquia mantienen cifras elevadas.
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En el ISR se expone que la cobertura de mamografías refleja una gran desigualdad. En 60 municipios, menos del 1 por ciento de las mujeres accede a este examen, lo que dificulta la detección temprana del cáncer de mama, una de las principales causas de mortalidad femenina. Además, en 171 municipios rurales no hay información disponible, por lo que no se conoce la magnitud del problema.
El último aspecto crítico que se encontró en el informe es que la violencia contra la mujer sigue siendo grave en varias regiones. De los 214 municipios Zomac (afectados por el conflicto armado) analizados, solo 36 no reportan casos. En los municipios rurales y dispersos, la región Andina registra las cifras más altas, con Pajarito y Oicatá, en Boyacá; y San José de Miranda, Santander, superando los 370 casos por 100.000 habitantes.
Augusto Galán Sarmiento, director ejecutivo de Así Vamos en Salud, asegura que, para cerrar las brechas existentes, es necesario invertir en infraestructura, capacitación y gestión eficiente, así como en políticas focalizadas y estrategias de equidad.
Por último, la entidad pidió mejorar las condiciones de salud en Colombia mediante un esfuerzo que integre al Estado, la sociedad civil y el sector privado.
ANGIE RODRÍGUEZ - REDACCIÓN VIDA