Emergencia ambiental en Barú: aguas contaminadas, manglares en peligro y playas en riesgo

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Emergencia ambiental en Barú: aguas contaminadas, manglares en peligro y playas en riesgo

Leidys Rivero Martínez

14 de febrero 2025 , 12:00 a. m.

14 de febrero 2025 , 12:00 a. m.

Emergencia ambiental en Barú: aguas contaminadas, manglares en peligro y playas en riesgo

Coliformes, residuos peligrosos y erosión amenazan el ecosistema costero

Leidys Rivero Martínez

La Corporación Autónoma Regional del Canal del Dique (CARDIQUE) ha emitido una grave advertencia ambiental tras detectar altos niveles de contaminación en la Ciénaga de Portonaito y Playa Blanca-Barú.

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Durante una visita de monitoreo realizada el 7 de febrero de 2025, la entidad ejecutó pruebas de Calidad Ambiental Marina (ICAM), cuyos resultados confirmaron la presencia de coliformes en las aguas, un indicador de contaminación microbiológica derivada, posiblemente, de la descarga de aguas residuales sin tratamiento.

Este hallazgo no solo representa un riesgo para la biodiversidad marina, sino también para la salud de los turistas y comunidades locales que frecuentan la zona.

Contaminación múltiple: desde desechos sólidos hasta residuos peligrosos

Investigación por parte de la Corporación Autónoma. .
Cardique

El equipo técnico de CARDIQUE no solo identificó contaminación microbiológica, sino que también documentó un alto nivel de contaminación física y química en la zona.

Se encontraron residuos sólidos ordinarios, como plásticos, envases de alimentos y restos de material de construcción, así como residuos peligrosos, entre ellos combustibles y aceites provenientes de embarcaciones turísticas.

Estos desechos, al ser arrastrados por las corrientes y el oleaje, generan un impacto negativo en la flora y fauna marina, afectando la calidad del agua y la seguridad de las playas para actividades recreativas.

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La acumulación de estos contaminantes contribuye a la degradación de los ecosistemas marino-costeros, afectando la cadena alimenticia y reduciendo la capacidad de recuperación natural de la ciénaga. La presencia de hidrocarburos y aceites es especialmente preocupante, ya que estas sustancias pueden provocar alteraciones en la calidad del agua, disminuyendo los niveles de oxígeno y afectando la vida acuática.

Ecosistemas en peligro: manglares fragmentados y erosión costera

Además de la contaminación del agua y la acumulación de residuos, CARDIQUE constató un avanzado deterioro en los ecosistemas de manglar, evidenciado por su fragmentación y la disminución de la cobertura vegetal.

Los manglares son esenciales para la estabilidad costera, ya que funcionan como barreras naturales contra la erosión y proporcionan refugio a diversas especies marinas y aves migratorias. La pérdida progresiva de estos ecosistemas compromete la resiliencia del territorio frente al cambio climático y eventos climáticos extremos.

Otro factor crítico identificado es la erosión en las zonas de baja mar en Playa Blanca. Este fenómeno, exacerbado por el aumento del turismo descontrolado y la construcción informal en la zona, está reduciendo progresivamente la línea de playa

La erosión costera no solo altera el paisaje y afecta la actividad turística, sino que también pone en riesgo la supervivencia de especies como la tortuga carey (Eretmochelys imbricata), cuyo proceso reproductivo depende de la estabilidad de las playas para la anidación.

Descarga de aguas residuales: una amenaza invisible pero letal

Uno de los hallazgos más preocupantes de la inspección fue la detección de tubos de desagüe que, presuntamente, están siendo utilizados para verter aguas residuales domésticas directamente en la ciénaga.

Estas descargas ilegales incrementan la presencia de nutrientes en el agua, lo que puede provocar la proliferación de algas nocivas y afectar el equilibrio ecológico del ecosistema.

El vertimiento de aguas residuales sin tratamiento contribuye a la propagación de enfermedades y afecta directamente a los organismos marinos, generando alteraciones en su comportamiento y reproducción.

Además, al mezclarse con el agua de mar, estos residuos disminuyen la calidad de las playas para actividades recreativas, afectando la seguridad de los bañistas.

Acciones y llamados a la protección del ecosistema

Playa Blanca
Cardique

Ante estos hallazgos alarmantes, CARDIQUE activó el Auto 0096 el 13 de febrero de 2025, dando inicio a una indagación preliminar en el marco de sus funciones de control y vigilancia ambiental, conforme al artículo 17 de la Ley 1333 de 2009. Este proceso busca identificar a los responsables de las descargas ilegales y evaluar las acciones necesarias para mitigar los impactos negativos en la Ciénaga de Portonaito y Playa Blanca.

La entidad ha hecho un llamado urgente a las autoridades locales, al sector turístico y a la comunidad en general para implementar medidas inmediatas que frenen el deterioro ambiental. Entre las acciones recomendadas se incluyen:

Monitoreo y sanción de vertimientos ilegales, con el fin de evitar que las aguas residuales sigan contaminando la ciénaga.Programas de restauración ecológica, dirigidos a recuperar los manglares afectados y fortalecer la barrera natural contra la erosión.Regulación del turismo y control de embarcaciones, para reducir la presencia de residuos peligrosos y minimizar el impacto de la actividad náutica.Campañas de educación ambiental, dirigidas a residentes y visitantes, para fomentar prácticas sostenibles y un turismo responsable en la zona.

La situación en la Ciénaga de Portonaito y Playa Blanca es un claro recordatorio de la necesidad de armonizar el desarrollo turístico con la protección ambiental. Si no se toman medidas urgentes, la degradación de estos ecosistemas podría ser irreversible, afectando no solo la biodiversidad y los servicios ecosistémicos, sino también la economía local que depende del atractivo natural de la región.

CARDIQUE insta a todos los actores involucrados a sumar esfuerzos para garantizar un desarrollo sostenible que proteja la riqueza ambiental de la zona para las futuras generaciones.

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