En 'Los 40 de menos de 40': Karen Peña, la joven líder de las amas de casa en Colombia

Encabeza una organización de más de 1.000 mujeres que alzan la voz sobre el cuidado no remunerado en el país.

Un día pensó que una llamada de la Vicepresidencia de la República podría ampliar su rango de acción, pero no fue así. En cualquier caso, ella no se rinde y, con el entusiasmo que muestra cada vez que habla o responde a una entrevista como esta, estoy seguro de que Karen tiene más futuro que presente. Esta es su historia.

Bueno, te llenaste de hijos muy jovencita... ¿no había televisor en la casa o qué? ¿De qué edades son tus hijos...?

Ja ja… No, pues sí, eso me lo han dicho. Lo que pasa es que tengo gemelos, empezando por ahí. Tengo uno de 13 años que tuve como muchas mujeres. Digamos que cuando estamos en embarazo, estando en la universidad muy joven, de 19 años, nos toca más duro. Tengo otro hijo de 7 años y pensé que ahí ya paraba todo, que ya no iban a llegar más, y cuando “¡oh, sorpresa!”, me llegaron los gemelos que tienen actualmente 5 años… ¡y todos hombres!

Karen, empiezas a tener interacción con otras mujeres a través de una comunidad digital que se ha ido expandiendo a raíz de un problema de sobrepeso tuyo. ¿Es así?

Sí, claro. Cuando terminé mi último embarazo gemelar, terminé pesando más de 120 kilogramos y eso, pues, generó una depresión en mí, porque aparte estaba muy joven. Terminé pesando 132 kg. No me reconocía y no me sentía feliz. Decidí bajar de peso, pero, pues, como muchas mujeres, no tenía quién me ayudara. Tuve depresión, no quería continuar con mi vida hasta que tuve una cita médica, y la doctora me decía: “Usted está en sobrepeso grado dos y usted en este momento puede o cambiar su vida y ser un ejemplo para sus hijos, o ser una mamá con sobrepeso que va a generar muchas enfermedades de ahora en adelante, y eso también es otro tipo de ejemplo para sus hijos”. Eso a mí como que me marcó.

¿Y qué pasó y quiénes aparecieron en el camino?

Como no tenía motivación, ni un equipo, ni nadie que me estuviera diciendo que “yo podía”, cogí el Instagram y dije: “pues voy a subir mi historia mostrándome a mí misma”. Todos los días publicaba que estaba haciendo ejercicio, que estaba con los niños, haciendo todos los oficios y cocinando, y empezaron a escribirme mujeres de distintas partes del mundo donde me decían: “Yo también soy mamá, yo también soy ama de casa, no me siento motivada, me siento triste, no soy capaz”. Y yo decía: “Pero venga, o sea, si varias tenemos la misma situación y vivimos las mismas cosas, ¿cómo no nos vamos a unir a partir de esas vivencias comunes?”. Entonces, empiezo a descubrir una comunidad que no estaba siendo escuchada ni valorada.

Surge entonces la idea de una organización de amas de casa, ¿pero para qué y con miras hacia dónde...?

Cuando yo empiezo a crear contenido, empiezo a proponerle a la gente una reflexión sobre lo que significa ser ama de casa, más desde los derechos humanos que nosotras tenemos y desde los derechos políticos, sociales y económicos. En 2023 ya tenía una comunidad bastante consolidada en redes sociales, pero no quería ser una creadora de contenido que solamente sube videos por un like, y entonces comenzamos a hablar de cosas como el cuidado del hogar, la salud mental y la economía del cuidado, más de fondo.

Y además de darse apoyo e intercambiar este tipo de ideas, ¿hasta dónde has llegado?

Un día decidí mandarle una carta a la vicepresidenta Francia Márquez, diciéndole que yo era la primera mujer ama de casa y representante de otras como yo que queríamos tener espacio e interacción con las entidades del Gobierno. Alguien me decía: “¿Usted sabe cuántas miles de cartas le llegan a la vicepresidenta?” Y tenían razón. Era difícil que me leyera, pero como yo no me varo, en medio de mi búsqueda, me doy cuenta de que la jefe de Prensa en ese entonces de Francia Márquez había acabado de ser mamá. ¡Ay!, me le metí por ese lado a esa señora y ella me dijo: “Te voy a ayudar”.

¿Y sí?

Ocho días después me llaman y me dicen que estoy invitada a un evento de conmemoración del Día del Trabajo, donde están 20 mujeres líderes a nivel nacional en muchas cosas. Les llamó la atención eso de ser representante de las amas de casa, y allá llegué a hablar.

¿Qué mensaje llevabas?

Les dije que estábamos pidiendo tres cosas: un reconocimiento social, que la sociedad reconozca la economía del cuidado como una labor real y decisiva en el país; también un reconocimiento económico, porque esto que hacemos merece que el día de mañana también genere un ingreso y que tengamos ciertos beneficios que hoy en día una mujer que es ama de casa no tiene. Por ejemplo, una pensión; y, en tercer lugar, un reconocimiento político donde haya políticas públicas pensadas en nosotras.

¿Y sí te pararon bolas?

Ah, no, bueno, si ya nos metemos en serio, frente a esa pregunta te digo que no. No pararon nada de bolas. Me escucharon, me dijeron que muy bonito el discurso, me ofrecieron lanzar algo con el Ministerio de la Igualdad y ¡nada! Hoy yo tengo una organización que ampara a más de 1.000 mujeres amas de casa a nivel nacional, ¿pero sabes qué? Cuando yo llego de Bogotá de ese evento, llego con la mentalidad de que tengo que formalizar una comunidad, no solamente en redes, sino algo más tangible. Entonces, creo la fundación Proyecto A+.

¿Con qué fines?

Tres cosas: estamos trabajando en salud física, salud emocional y la economía del hogar; todo enfocado en nuestras amas de casa. Esta es una fundación virtual, o sea, que es la primera fundación de mujeres amas de casa online. Las mujeres que tenemos, que poco a poco han ingresado, reciben tratamiento psicológico; hacemos entrenamiento deportivo, clases digitales en marketing, en finanzas, en comunicación, sin ayuda de ninguna entidad pública que podría fácilmente sumarse, pero nada todavía… Yo todo lo hago a punta de discurso.

¿Qué le dirías a otras mujeres jóvenes que, leyéndote, pueden pensar que ustedes, las amas de casa renunciaron a la posibilidad de ejercer roles de influencia o sobresalir en campos profesionales que hace años estaban reservados solo para los hombres? ¿Tú qué respondes?

Yo les digo que estamos revolucionando el concepto de ser ama de casa. Esta es otra generación de mujeres y el liderazgo que nosotros ejercemos lo estamos ejerciendo inicialmente en nuestra casa. Tener conciencia de que nadie va a decidir por nosotras, ni el esposo ni los hijos, y que usted es la única que puede hacer realidad su sueño, ya es una revolución. Ser ama de casa es una profesión; es un rol que sostiene a la sociedad. ¿Qué pasaría el día en que no existieran las amas de casa? Los niños están llorando, los ancianos están desorientados, las mascotas están sin alimentación. O sea, nosotras, de verdad, somos esa columna vertebral de la sociedad y por eso vale la pena agremiarnos como lo estamos haciendo.

¿Hasta dónde te gustaría llegar con esta idea, Karen?

Muy lejos, José. Quiero hacer una ‘expo A+’ y no es la típica feria de emprendimiento que venden de mujeres, sino una feria a nivel nacional donde se agrupan mujeres amas de casa, líderes que ejercen cargos políticos, gerenciales, donde compartamos también esos momentos con el esposo y que toda la familia se integre. Pero quiero también tener este proyecto en las distintas ciudades; que las alcaldías nos abran espacios para poder desarrollar el programa que hacemos virtual y llevarlo de manera presencial, sobre todo en pueblos, que es donde más machismo a veces hay y las mujeres todavía sienten que ser ama de casa es algo con poco valor. Y me dices qué tan lejos, pues, deberíamos tener hasta una curul en el Senado en representación de las amas de casa.

Voy con la última: como ama de casa que eres, ¿le ves futuro a este país? ¿Le ves futuro a Colombia?

Sí. Hay que trabajarlo. Le veo futuro a Colombia siempre y cuando unamos fuerzas, con nuevos liderazgos y de forma positiva. Si nosotros nos unimos como sociedad y decimos: “Oiga, queremos un cambio, pero un cambio real, podemos sacar al país adelante. Las cosas no se hacen solas, las cosas hay que hacerlas.

Y cerrada la fábrica de bebés, me imagino o qué…

Ja ja… Todo el mundo me dice: “¿Y la niña?”. Y yo: “No, ya me llegarán las nueras porque niñas no llegaron”. Aquí seguiré concentradita en la defensa de las amas de casa en Colombia.

JOSÉ MANUEL ACEVEDO

DIRECTOR DE NOTICIAS RCN

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