Es una vergüenza. Uno de esos derechos demenciales que habría que eliminar sin contemplaciones. Es inaudito que la Gobernación de Antioquia esté obligada a costear el paseo de un puñado de sindicalistas a Cuba con el fin primordial de alabar la dictadura criminal de Fidel Castro.Una de esas normas indelebles permite a un grupo de privilegiados escoger el destino de fondos asignados a cursos de capacitación.