Liz Matías Peña

Liderar uno de los centros comerciales más emblemáticos del suroccidente colombiano no es una tarea menor, y Bibiana Barakat, gerente de Chipichape, en Cali, lo sabe bien, pues para ella asumir la dirección de un lugar construido sobre las antiguas bodegas del ferrocarril, al que considera “uno de los íconos más grandes de la región”, ha sido un reto profesional y, sobre todo, una oportunidad para transformar desde adentro los modelos tradicionales de liderazgo.Su postura ha sido clara: hacer del centro comercial un motor para el liderazgo femenino en el Valle del Cauca.

En una industria como la automotriz, construir entornos de trabajo más equitativos y humanos es un desafío importante. Carolina Jiménez, gerente de Gestión Humana y Calidad en Automotores Toyota Colombia, lo ha asumido con determinación, empatía y la convicción de que “liderar es generar espacios para que los demás también puedan crecer y brillar”.Desde su rol ha sido una de las promotoras de Kokoro, una iniciativa de transformación cultural interna que integra mentoría, formación y acompañamiento para potenciar el talento dentro de la compañía.

Las universidades tienen un rol fundamental en la transformación de los territorios y la reducción de las brechas sociales, tecnológicas y económicas. Así lo ratificó la OCDE en el marco del Foro de Desarrollo Local, que se llevó a cabo recientemente en Barranquilla. Para el organismo, es clave que la academia trabaje articuladamente con los sectores productivo, público y social para darle un impulso al desarrollo.

San Andrés le apuesta a la construcción de una sociedad donde los jóvenes tengan la oportunidad de desarrollar sus habilidades deportivas. Y con ese objetivo, la Gobernación, bajo la administración de Nicolás Gallardo Vásquez, realizó una inversión histórica dirigida a la inauguración de tres escenarios deportivos en sectores vulnerables.

Usted ha sido una de las voces más activas a favor de la autonomía territorial. ¿Cómo está el ambiente frente a este tema hoy en Colombia?Eduardo Verano: En el país hay una tendencia clara hacia la descentralización. Varios departamentos ya lo están promoviendo, y nosotros somos uno de ellos. Personalmente, quiero liderar una iniciativa concreta: que el próximo 8 de marzo, día de elecciones parlamentarias, convoquemos a un referéndum que apruebe la constitución de las regiones como entidades territoriales. Ese sería el gran salto.

“Me considero una mujer valiente y poderosa. Quiero representar a mi comunidad para disminuir la violencia contra las mujeres”. Con estas palabras, Manuela Quintero inscribió su candidatura al Consejo de Juventud de Bahía Solano (Chocó), una joven estudiante que aspira a ser elegida el próximo 19 de octubre para representar a su municipio. Al igual que ella, son miles los colombianos entre 14 y 28 años inscritos como candidatos a los Consejos de Juventud.

Antioquia se juega su futuro en concreto, acero y asfalto. Con la culminación de las vías 4G, el avance de túneles como el del Toyo y el de Oriente, un ambicioso plan para pavimentar 1.000 kilómetros de vías terciarias y la entrada en operación de Puerto Antioquia en el segundo semestre del año, el departamento está consolidando una red de infraestructura que promete reconfigurar su economía y su competitividad a nivel nacional e internacional.Estas obras no solo mejoran la conectividad.

A plena luz del día, en el corazón del campus universitario más antiguo de Medellín, florecía inadvertido un árbol único en el mundo. A diario, junto a él pasaban miles de personas, pero solo tras una revisión meticulosa de ejemplares conservados en el Herbario de la Universidad de Antioquia, dos estudiantes de maestría lograron dar con su verdadera identidad: se trataba de una especie no descrita hasta entonces, bautizada como Dahlstedtia colombiana.

La Constitución Política de Colombia acaba de cumplir, el pasado 4 de julio, 34 años desde su promulgación. Un hito en la construcción democrática de nuestro país que aún tiene una promesa incumplida: la descentralización. Después del cambio constitucional, los departamentos quedaron con una estructura fiscal precaria –con impuestos correctivos que tienden a decrecer– a diferencia de los municipios que fueron autorizados para gravar la propiedad inmueble.