Andrea Ugalde no durmió, llegó de madrugada al Vaticano y corrió tan rápido como pudo para ubicarse “en primera fila” en el funeral del papa Francisco.Esperó desde la una de la madrugada el pistoletazo de las autoridades para lanzarse a la carrera hasta la plaza San Pedro, donde se realizará el servicio.Miles de personas llenaron rápido la avenida, la plaza, los alrededores.Muchos de los asistentes eran jóvenes peregrinos con banderas y estandartes sobre los hombros, mientras sacerdotes vestidos de gala se arremolinaban bajo las majestuosas columnatas de la famosa plaza de Bernini.“Arranqué