El director de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, Carlos Carrillo, volvió a tomar partido en el escándalo de corrupción que sacudió a esa entidad y que hoy dejó privada de la libertad a la ex alta consejera para las Regiones, Sandra Ortiz, por su papel de aparente mensajera de los 3.000 millones de pesos que, al parecer, salieron de ese despacho con destino al expresidente del Senado, Iván Name.Carrillo dijo que el exdirector de la UNGRD, Olmedo López, “fue toda la vida un lavaperros”.Y aseguró en sus redes sociales que duda mucho que, una vez al frente de la Unidad