La astrología ha sido, desde tiempos antiguos, una herramienta utilizada para intentar entender las dinámicas personales, emocionales y sociales de las personas. En la actualidad, la inteligencia artificial (IA) se ha sumado a esta tradición, no para predecir el futuro de manera absoluta, sino para analizar patrones, tendencias y comportamientos basados en grandes cantidades de información astrológica.