WeightWatchers, la empresa estadounidense dedicada al control de peso y hábitos saludables, ha caído en bancarrota tras décadas de liderazgo en el mercado del bienestar.Lo que alguna vez fue sinónimo de un enfoque estructurado y comunitario para adelgazar, hoy se enfrenta a su final como resultado de una tormenta perfecta de factores económicos, tecnológicos y culturales.Fundada en 1963 por Jean Nidetch, WeightWatchers creció a partir de reuniones en salas de estar, convirtiéndose en un gigante internacional.