Una disidencia de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) que negocia la paz con el gobierno entregó casi 600 bombas, que el presidente Gustavo Petro ordenó destruir en una zona montañosa en un acto público este sábado, 5 de abril.El traspaso de estos explosivos es un gesto de buena voluntad y se da en el marco de un acuerdo que firmaron los llamados Comuneros del Sur, un pequeño grupo con el que negocia desde septiembre como parte de su política de Paz Total, un acercamiento que enfurece a este grupo armado.La entrega de material de guerra se formalizó en un coliseo de Pasto