Lo que parecía ser un motivo de fiesta para argentinos y colombianos, el pasado 14 de julio en Miami, terminó siendo un encuentro violento entre los fanáticos del fútbol y la seguridad del estadio, lo que generó un retraso de 30 minutos, hasta que se pudo iniciar el partido.Fue así como el sueño de los jugadores colombianos se vio empañado por lo que pasó afuera de la cancha, cuando cientos de hinchas perdieron el control y rompieron los anillos de seguridad establecidos, mientras se enfrentaron con la Policía.Con lo que no contaban los aficionados que se colaron en el Hard Rock Stadium de