El primer gobierno de Donald Trump no era considerado como una posibilidad por las firmas encuestadoras; parecía más la ambición de un millonario excéntrico, que una opción real. Ahora que repite como la cabeza de la locomotora global, todas las alarmas están encendidas y sus políticas tienen literalmente al mundo entero con los pelos de punta.Colombia no es la excepción, y menos tras el rifirrafe entre el presidente Gustavo Petro y su homólogo estadounidense el pasado 26 de enero.