Una preocupación ronda en los pasillos del edificio de la justicia en Medellín, el José Félix de Restrepo, que está al lado de La Alpujarra.De un tiempo para acá, la carga laboral se incrementó para aquellos funcionarios que tienen a su cargo investigaciones clave como las extorsiones, que tanto acosan a los comerciantes de la ciudad, los asesinatos de personas protegidas, como los firmantes de paz y líderes sociales, y hasta el secuestro.Ellos son los fiscales especializados, que pasaron de ser más de 50 en 2018, según las cuentas que han hecho desde el Colegio de fiscales y jueces de Anti