Desde las primeras horas del 28 de abril, España vivió un apagón eléctrico que afectó a varias ciudades, incluyendo Madrid, Málaga, Sevilla y Murcia, así como a algunas zonas de Portugal. El corte de suministro causó la paralización de infraestructuras esenciales, como comunicaciones móviles, carreteras, trenes, aeropuertos, comercios, industria, colegios y centros sanitarios. A los pocos minutos, la Red Eléctrica activó los planes de reposición del servicio, en colaboración con las empresas del sector, según se informó a través de la red social X.