La tecnología ha transformado de manera significativa la vida personal y laboral de millones de personas en todo el mundo, gracias al desarrollo de herramientas que simplifican las tareas cotidianas. El correo electrónico, las reuniones virtuales, las aplicaciones de mensajería, las redes sociales y el comercio electrónico son solo algunos ejemplos de cómo la digitalización ha mejorado la eficiencia y la comunicación.Sin embargo, esta misma facilidad ha abierto la puerta a nuevas modalidades delictivas. La ciberdelincuencia ha encontrado terreno fértil en un entorno cada vez más conectado.